
Se trata de la emisión del 14 de diciembre de 1988, día de la Huelga General en España. Aquella jornada, mientras el país entero se paralizaba, su Telediario en La 1 fue uno de los pocos espacios que logró emitirse.
Piqueras confesó que fue entonces cuando «sintió por primera vez que el miedo escénico existe». A pesar de su experiencia frente a las cámaras, la presión del momento, la magnitud informativa y el saber que millones de personas seguían la emisión le pasaron factura: «Si lo llego a tener en cuenta, no habría podido respirar», reconoció.
Tras esa emisión, el presentador decidió acudir a una psicóloga para aprender técnicas que le ayudaran a controlar la ansiedad. «Trabajé con una psicóloga para crear mecanismos para que el miedo escénico no afectara. Aprendí que es bueno relajarse, es bueno respirar profundamente antes. Pensar que va a salir bien», explicó.
Uno de los métodos que adoptó fue comenzar los informativos con su voz en off, en lugar de aparecer directamente en pantalla, para así empezar con más calma. De aquella dura experiencia, sin embargo, sacó una lección valiosa: «Hay momentos en la vida de un periodista, que dices: ‘Ahí es cuando me hice más periodista’. Aquel día me hice más periodista».
Durante la entrevista, Piqueras también recordó otro de los días más difíciles de su carrera, cuando tuvo que informar del atentado en el que Irene Villa y su madre resultaron gravemente heridas. «Tenía miedo de la repercusión que pudieran tener las imágenes», admitió.
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