
Y sobre todo a partir de los cincuenta, que perdemos una media de entre un 5 y un 10% de masa muscular cada década. Esto significa que la energía que gastamos para mantener el cuerpo activo disminuye en un 3% aproximadamente cada diez años.
Pero, ¿sabes por qué puedes subir o bajar de un día para otro hasta dos kilos sin razón aparente? Te contamos algunas de las posibles causas. Pero lo primero que debes saber es que lo que ponga en la báscula no es el indicador más fiable que debemos seguir para evaluar los cambios en nuestro cuerpo. Es importante considerar elementos como la pérdida de volumen, grasa y ganancia de músculo.
Subir uno o dos kilos de manera repentina puede deberse a varios motivos. El primero de ellos haber ingerido una comida muy rica en azúcares o en sodio que haga que nuestro organismo retenga mayor cantidad de líquidos, algo que puede suponer un aumento de hasta dos kilos, sin que por ello haya aumentado nuestra grasa corporal y signifique que hayamos engordado.
Otro motivo es que estemos en el periodo previo a la menstruación, algo que nos hace generalmente tener también una gran retención de líquidos que se traduce en hinchazón de la tripa e incluso en molestias, debes saber que realmente no has engordado, simplemente esa subida de peso se debe a la retención momentánea de líquidos.
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