Un repartidor chino se equivoca de domicilio y pide perdón recitando un poema

Berni Surin

Un atrevido ha realizado un pedido en un restaurante chino, pero parece ser que el repartidor se ha equivocado de domicilio.

El señor al que llamó no había hecho ningún pedido pero se ha portado bastante bien con el empleado chino, quién no entendía muy bien español. Al final le ha recitado un poema de su país por haber sido tan amable con él.

Se ha creado un sentimiento de amistad muy bonito en pocos minutos.


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