Tu matrimonio con las redes sociales ¡estas son las reglas!

Redacción Cadena Dial

Las redes sociales son las nuevas calles por las que nos movemos a la vez millones de personas. En la mayoría de los casos desconocidos unos de otros. Por la calle solemos observar algunas reglas. No pegamos a la gente, tenemos cuidado al cruzar para que no nos atropelle un autobús, evitamos chocarnos con otros.

En las redes sociales nos movemos con prisa y sin la sensación de contacto físico que tenemos en la calle. Pero en ellas nos encontramos muchas personas, muy diferentes y con distintos intereses. Lo que pasa es que tenemos la sensación de estar solos en la habitación o en el despacho. Nosotros y nuestro ordenador o nuestro móvil. ¿Pero cuándo has hablado delante de 800 o 1000 personas? Pues para poder andar con elegancia y seguridad por estas nuevas calles, conviene seguir ciertas normas de comportamiento y seguridad.


No se te ocurra «escrivir» con faltas

Antes de empezar con reglas, normas y consejos… por favor, lo primero de todo, cuida la manera en que escribes. Nada de faltas de ortografía, evita las expresiones incorrectas, hazlo de manera clara, que te entienda todo el mundo. ¡Sí, ahora echarás de menos los consejos del profe de Lengua! Pero mientras haya que escribir en las redes sociales, habrá que repasar y cuidar la ortografía, lo sentimos.

¿Te has fijado cómo hablas cuando estás con otras personas? No les cuentas tu vida de primeras, ni tampoco gritas o dices tacos. Pues lo mismo debes hacer cuando hables en una red social, hazlo sin gritar, o sea, sin mayúsculas.  Los emoticonos son muy útiles para expresar estados de ánimo o sensaciones, peor ten cuidado, los malentendidos son muy frecuentes.

 

Al hablar con otras personas, conviene ser amables, emplear expresiones positivas. Por supuesto, no insultar ni enredarse en descalificaciones. Navega y deja navegar. Si el ambiente es agradable, todos lo pasamos mejor que con malos rollos.

Un poco de intimidad

¿A quién dejas entrar en tu casa, en tu habitación, en tu despacho? Pues los tres mil seguidores que tienes se pasean por tus secretos con tanta facilidad que asusta. El control de privacidad es necesario en esos foros abiertos. ¡Cierra la puerta!, que entren solo los que tú quieres. No hay que contar nuestra vida. Tampoco dar nuestros datos sin más, ¡que a veces nos pasamos!

En las redes sociales nos presentamos a nosotros mismos. Unas veces de manera informal, otras pensando en buscar un trabajo. A lo mejor esa foto que jamás pondrías a la puerta de tu casa o en tu coche tampoco conviene ponerla en el perfil. Puede parecerte la mar de graciosa, y lo será para ti y tus amigos, a lo mejor no tanto para los otros dos millones que la verán, ni a tu posible jefe.

Seguramente ese colega que habla constantemente y cuenta lo suyo y lo de los demás te cae regular, ¡pues no hagas lo mismo! Lo que compartes en la red, tanto tuyo como de otros, en realidad habla de ti, de tus gustos, aficiones y fobias. Di lo que quieres decir y hazte conocer de la manera que tú quieras, es decir, hay que pensar antes de actuar.

Por eso, y porque los demás también tienen derecho a lo suyo, no publiques fotos, vídeos o escritos que no sean tuyos. ¿Te gustaría ver tu cara como anuncio sin tu consentimiento? A los demás tampoco. Habla con todos los que salen en una foto antes de subirla, igual a ellos no les parece bien.

Cada vez vivimos más en las redes sociales, para opinar, para contactar con otros, para decir cosas de nosotros mismos… Son un patio de vecinos gigantesco con muchas posibilidades si las utilizamos correctamente.

 

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