Cómo convertir un día en el balneario en la peor primera cita posible

Rodrigo Díaz

En el tema del día de hoy hablamos de las primeras citas, algunas románticas… Y otras no tanto.


 

 

 

No pintaba nada mal la aventura de Bea con su segundo marido en el balneario. El problema vino al verle «restregándose» con una pared en las duchas. «Ni funcionaba la ducha ni funcionó lo nuestro», remata la atrevida.

Igual de desastrosa fue la de Carmen, aunque por suerte tuvo un final feliz. Horas y horas tomándose unas cañas, hasta que se da cuenta de la enorme quemadura que tenía en la pierna. Una herida preocupante que les hizo acabar la cita en urgencias.

pareja comparte copas de vino

De los infortunios uno puede aprovecharse, y si no que se lo digan a Alejandro. El atrevido vivió una primera cita inolvidable, sobre todo porque acabó en el quirófano por una peritonitis. «La estrategia me salió bien», nos cuenta después de haberse casado con esa chica.

 

Un amor interrumpido por la cuarentena

 

No todo iban a ser primeras citas para el olvido. A nosotros nos ha encantado la historia de Curry y Gorka subidos a una barca todo un fin de semana, como también la de Julia con un conductor de autobús y ese momento picante de Manoli en el cine. «No sé si me reía por la película o por otra cosa…».

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Y recordamos, por último, el relato de Rafa, atrevido que aún no ha vivido esa primera cita; al menos la que más desea a día de hoy. Había conocido pocos días antes de la cuarentena a una chica y ya está deseando que se levante para invitarla a la playa: «La pediré salir», confiesa.

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