En estos días de cuarentena el de Málaga ha compartido detalles que nos permiten averiguar cómo está matando el tiempo. ¿Aún lo dudabas? Por supuesto es sentado al piano.
«Pasapuré tiene información confidencial«, reza el pie de foto. «Pasapuré» parece ser ese pequeño gato que en la imagen se ve caminando por la parte superior del piano, algo que no ha pasado desapercibido a Pablo Alborán, que ha aprovechado para reprocharle su actitud de protección al piano en ciertas ocasiones.
«Yo no podía apoyar mi copa en tu piano y él puede pasear sus uñitas«, ha comentado su tocayo y paisano, añadiendo un «¡que te echo de menos carajo!» que ratifica la buena relación que hay entre ellos y el cariño que se tienen.
Lo que también está claro es que Pablo López mima a su piano como a nada. No nos extraña, ¿acaso tú no cuidas los objetos que te permiten llevar a cabo tu pasión? Seguro que hasta algunas vez has mirado con recelo a quien te pide utilizarlos. Porque no son simples objetos, son sinónimo de lucha y dedicación. Y, además, nos permiten realizar aquello que más nos gusta.
Hay algo que Pablo Alborán y Pablo López comparten más allá de su procedencia, su nombre o su trabajo: el sentido del humor. El primero nos lo demuestra a diario en redes sociales, y el segundo, menos activo en estas plataformas, lo demuestra en conciertos o en apariciones televisivas. Cómo nos gustaría en próximas ediciones de La Voz poder disfrutar de un equipo formado por estos dos. ¡Risas no faltarían! Y talento tampoco.