Isidro Montalvo rescata los mejores poemas sobre sexo del mismísimo Francisco de Quevedo

Rodrigo Díaz

Isidro Montalvo lleva toda la semana empapándose de lectura y poesía para acabar sorprendiéndonos en su sección de este jueves, ¡a ver si conoces estos versos sobre «Rapándoselo«!


 

 

 

«Hoy os traigo a Quevedo«, adelantaba nada más empezar nuestro compañero, resaltando que se trataba de un poeta «muy especial» y, visto lo visto, con un ingenio y doble sentido inigualables para hablar del sexo de una forma tan sutil y en una época donde estaba muy mal visto.

De esta manera, nace «Rapándoselo«, una obra del siglo XVII cargada de matices y un juego de indirectas que, sin embargo, parece dejar claro de lo que está hablando en cada uno de sus versos. Aquí la primera estrofa:

«Rapándoselo estaba cierta hermosa,

hasta el redondo ombligo arremangada,

las piernas muy abiertas, y asentada

en una silla ancha y espaciosa»

Lo que viene a continuación, mejor que se quede guardado solo en vuestros oídos y que sea vuestra imaginación la que juegue para intuir lo que estaba pensando Quevedo en el momento de hacer esta poesía.

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