Efectivamente, lavar los platos supone una técnica eficaz para reducir el estrés. Centrando nuestra atención en cubiertos y platos, con el olor a jabón y el agua corriendo por nuestras manos, logramos olvidarnos de nuestros problemas.
Pese a la confusión de números y porcentajes, lo que sí está claro es que, de los 51 estudiantes que tomaron como referencia, un 27% reconoció sentirse más relajado y en un 25% mejoró su inspiración.
Parece que los efectos de lavar los platos van mucho más allá… Aunque en esta ocasión no haya evidencias científicas y sí experiencias personales dentro del equipo. Esta tarea del hogar, como la de cocinar, ayuda a fomentar la relación de pareja y a potenciar nuestras relaciones íntimas, ¿lo piensas igual?
Al hilo de esta noticia, hemos preguntado a los atrevidos y atrevidas cuál es la tarea del hogar que les produce el efecto contrario. Y la lavadora parece que tiene todas las papeletas…