Nuestra compañera no para de recibir consultas sobre estos sueños que atormentan a los más pequeños. De hecho, asegura que el 25% de los niños las están viviendo, además, con un mismo patrón: Un coronavirus transformado en monstruo que no para de perseguirles.
Antes de combatir las pesadillas, debemos tener claro que también forman parte del «desarrollo normal» de tu hijo o hija. Pese a esto, podemos actuar de manera inmediata, tranquilizándole la noche que los sufra hasta que pueda volver a dormirse.
Lo importante viene al día después, cuando nuestra actuación resulta fundamental para que ellos pierdan el miedo al virus. Y, aunque parezca increíble, una solución puede estar pidiéndoles que se imaginen al coronavirus yendo al baño. Si a los adultos nos hace gracia solo de pensarlo, imaginaos cuánto les ayudará a los más pequeños.