El gigante del mueble nórdico será muy escrupuloso a la hora de abrir al público sus instalaciones. Ya ha anunciado cual va a ser su política de normalización tras el Covid en el reunido y presumimos que será la misma que implementen en el resto de capitales europeas donde sus tiendas están asentadas.
Así que, si para tí era un planazo pasar la tarde del sábado en familia en Ikea y terminarla comiendo un codillo o sus famosas albóndigas en sus restaurantes, ve buscando una alternativa porque no podrá ser.
Según el tabloide británico The Sun, la cadena sueca va a poner en marcha un estricto control del distanciamiento social. Por ello, no permitirá el acceso de familias enteras, sino que sólo podrá entrar un niño acompañado por un adulto.
Y, con respecto al servicio de cafetería – restaurante otra mala noticia. Estarán también cerradas sine die. Aunque si tienes antojo de perrito o de las albóndigas nórdicas más consumidas por la clientela de Ikea, podrás comprarlas en el supermercado de la tienda que, por fortuna, si estará abierto.
Aún hay más. Ikea limita su aforo y recomienda a los clientes que apremien el recorrido de las instalaciones y vayan al grano a la hora de comprar. Eso de recorrer salones, dormitorios y baños como en un parque temático pasa a la historia, de momento.
Para cumplir con la normativa de cada uno de los países donde Ikea tiene mercado se pondrá a disposición del usuario