Al igual que el verano tiene muchas cosas positivas, también hay ciertos aspectos de él que a muchos les agota. Entre ellos está el intenso calor, independientemente de si eres más de invierno o verano, no se puede negar que en estos meses del año hay algunos días en los que las temperaturas son inaguantables.
El día se pasa como se puede, los que tienen la suerte de estar en piscinas sobreviven mejor que los que sufren por rascar algo de brisa por la ventana. Sin embargo, las noches son lo peor. Dormir en noches calurosas es un verdadero reto.
Cuando la temperatura supera los 35 grados el humor y la energía se tiñen de rojo al sentir el calor hasta en el último poro de nuestra piel. Seguro que si eres de esas personas que duermen muy mal en verano has probado ya todo, desde tirar el colchón en el suelo hasta bajarte al sofá para intentar rascar más aire.
Algo que probablemente no has probado todavía es el método egipcio. Los expertos no recomiendan tener el aireacondicionado durante toda la noche ya que puede desencadenar en varios problemas para la salud.
La opción de un ventilador está bien porque mueve el aire de la habitación, pero tampoco puede estar toda la noche, y además, no es todo lo refrescante que se desearía.
Este método egipcio consiste en pensar en cosas que quiten el calor. La primera en la que pensamos es el agua, ya que nos refresca y alivia el cuerpo al enfrentarnos a altas temperaturas. “Los antiguos egipcios mojaban las sábanas y la ropa de cama antes de acostarse para que se mantuvieran frescos a lo largo de la noche”, han contado en La Vanguardia.
Puede parecerte algo extraño, pero es una forma efectiva de refrescar la habitación. Algunas personas echan cubos de agua en el patio de su casa para refrescar el ambiente al mojar las paredes y el suelo. Este método es algo parecido.
Posteriormente, sécalas para no ponerlas empapadas.
Otra opción es que las mojes con un dispensador de agua y así no tener que secarlas después, ya que directamente quedarían húmedas. Incluso puedes dejar algunas toallas húmedas alrededor para refrescar igualmente la zona.
Coloca las sábanas y túmbate en ellas.
Tras este ritual cada noche tus descansos serán mucho mejores durante los calurosos meses de verano.
