Querer a una pareja consiste, entre otras cosas, en entender sus defectos y dar el brazo a torcer, aunque existen líneas rojas que no se pueden traspasar. El amor no es lo único que puede atarnos a otra persona. A veces, mirar por nuestro propio bien es mucho más complicado de lo que parece. Pero aun así, sigue siendo lo más importante.
Isabel conoció a su pareja hace 5 años y trabajan en la misma empresa. Durante todo este tiempo, él ha sido infiel varias veces y ha llegado a reconocer que tiene un problema. Fueron a terapia de pareja, pero no funcionó. Hace poco entraron nuevas compañeras a su trabajo. El novio de Isabel está viéndose con una de ellas muy a menudo. Isabel tiene un proyecto de vida con esta persona: se ha mudado a otra ciudad para seguir a su lado y está embarazada de él. Ha contraído una ITS (Infección de Transmisión Sexual) y sabe que su nueva compañera también la tiene. No ha hablado con ella ni tampoco con su pareja y le preocupa que se entere el resto de la plantilla. También le da miedo renunciar a todo lo que tiene a día de hoy.