Jose Antonio Canales revoluciona la familia Rivera con su polémico secreto extra

"Cambié el testamento de mi abuelo sin su aprobación"

Alvi Ferrante

Parece que Canales Rivera comienza a dar algo de juego. Pues bien, ayer el torero nos daba un susto de muerte al pensar que él mismo descubría su propio secreto en la línea de la vida, pero no, este es otro.

Canales Rivera, una cajita llena de sorpresas (buenas)

«Este es el gran secreto de Canales Rivera, no oficial, con el que no concursa, pero que afecta a toda su familia» explicaba sereno un Carlos Sobera encantado del momento televisivo que estaba liderando.


¿Y el secreto? Aquí va: «Cambié el testamento de mi abuelo sin su aprobación». En este momento, el programa emitía el vídeo en el que se veía a Canales pronunciando estas mismas palabras.

Muchos pensaban que el torero había cambiado la última voluntad de su tío Riverita, pero resulta que no, que lo hizo con el testamento de su abuelo (padre de Paquirri). Así que no, ¿se parece un poco a Isabel Pantoja? No tanto…ya que, Canales Rivera actuó mal, pero en favor de su madre.

«Él me quería dar todo a mí. Estaba malito y no tenía testamento. Le dije que se tenía que organizar y que no podía seguir así» explicaba el primo de los Rivera lamentoso.

Su mala acción tenía buen fondo

En este momento, las lágrimas se apoderaban de un Canales acostumbrado a controlar las pasiones: «Él siempre me decía: ‘Con lo que yo tengo no tienes que torear más. Ya a vosotros no va a hacer falta nada‘ «.

Ante esta situación, Canales no quiso aceptar este deseo de su abuelo. El torero quería que fuera su madre quien recibiera toda la herencia del abuelo de los Rivera, ya que, fue ella su máxima cuidadora: «Cuando fuimos a la notaría pues yo el nombre mío lo cambié por el de mi mamá».

El concursante se desahogó de todos los lamentos que habían atormentado su vida incluyendo este secreto que lo había torturado hasta ese momento. El torero no sabía que quien le estaba escuchando de muy cerca era su madre Teresa. La matriarca se encontraba en el cubo siendo testigo del testimonio de su hijo.

El programa, debido al poder emotivo tan elevado de este momento, facilitaba un encuentro entre madre e hijo provocando las lágrimas entre todos los presentes en plató.

MÁS SOBRE: