La OMS asegura que trabajar más de 55 horas a la semana aumenta el riesgo de muerte

Nuria Serena

Trabajar más de 55 horas semanales aumenta el riesgo de muerte por enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)

Hasta en un 42% se ha incrementado el número de infartos entre personas que realizaban largas jornadas laborales, una circunstancia que podría haber empeorado con la pandemia y el aumento del teletrabajo, que conlleva una imposibilidad de desconexión en muchas ocasiones.

La revista Environment ha sido la encargada de publicar este análisis global que relaciona la salud y las largas horas de trabajo y para ello se han estudiado decenas de informes realizados antes de la pandemia con cientos de miles de participantes.


 

Las conclusiones más sorprendentes de trabajar en exceso

Trabajar en exceso puede dañar nuestra salud física y mental… Existe un síndrome, el de Burnout bajo el que se enmarca la condición psicológica y física típica de los ambientes laborables exigentes y con poca capacidad para responder a las necesidades de los profesionales.

El incremento sin medida del trabajo tiene sus efectos, entre ellos: Ansiedad, el insomnio, dolores de cabeza, lumbares, problemas gástricos y, los más graves, problemas cardiovasculares.

Precisamente, este estudio concluye que trabajar 55 horas o más a la semana se asocia con un aumento del 35% del riesgo de un accidente cerebrovascular (AVC) y del 17% de morir de una cardiopatía isquémica, comparado con una persona que trabaja entre 35 a 40 horas semanales.

Estos son algunos datos que lo corroboran fechados en 2016 y que hoy publica Nius.es:

  • 398.000 personas murieron de un derrame cerebral y 347.000 de enfermedad cardíaca por haber trabajado al menos 55 horas por semana.
  • Más de 750.000 personas fallecieron por infartos y derrames cerebrales relacionados con largas jornadas de trabajo, superiores a las 55 horas por semana
  • El número de defunciones debidas a cardiopatías relacionadas con las largas horas de trabajo aumentó 42 %
  • El número de accidentes cerebrovasculares se incrementó en un 19%