La magia es ese talante que busca provocar resultados que Leiva tiene intrínsecos en sus canciones. Las letras del artista madrileño saben llegar a lo más profundo de nuestros corazones.
Desde que en 2011 el cantante quiso iniciar su carrera en solitario, ha ido aumentando su afán por transmitir todo tipo de emociones.
Un cambio de estilo necesario para el cantante fue lo definitivo para terminar de desprenderse de su antigua carrera artística.
El nuevo estilo de Leiva en solitario tardó en calar entre sus seguidores. Pero mucho tiempo después, despacito y con «buena letra», el cantante va colgando los ‘Sold Out’ en sus conciertos y acaba de sacar su primer tema del nuevo disco titulado Histéricos.
Dejamos un recopilatorio de sus mejores canciones que te ayudarán a entender su desarrollo. La nostalgia, un estilo desenfadado y una invitación a la reflexión es lo que Leiva deja en sus estrofas.
Canciones del artista que te harán reflexionar
Sincericidio – Leiva
Como su nombre indica, la verdad puede ser un acto suicida cuando no se plantean las consecuencias. Es un hecho que puede tener su parte buena y su parte mala, pero con la sinceridad por delante.
No no no te voy a mentir Te va a salir barato No voy a hacerte feliz No puedo darte tanto
Quiero dejarlo así Nunca lo dije en alto Pero basta de fingir
La Llamada – Leiva
La canción banda sonora de la película La Llamada fue todo un acierto para ayudar a lo que el largometraje quiere decirnos: arriesgarse a algo a veces puede darnos la felicidad.
Sueño con estar por encima de todo Por debajo de tu falda Con la noche llena de luz Y tu voz pausada
Y tu voz pausada
Hoy he sentido la llamada Con toda la fuerza Las luces apagadas Y las piernas abiertas
Terriblemente Cruel – Leiva
Sabes que yo puedo ser terriblemente cruel Para que no pierda la tensión Tal vez la historia se me fue de las manos
Voy a ser terriblemente fiel Cuando se te pase la emoción Ya sé, te puede parecer complicado
Esclavos de la fragilidad Se nos ahogaba la máquina Cuando había algún ostión de realidad Me arañabas la cara Empapados en vino Yo sabía que no ibas a aguantar
