Rocío Carrasco grabó el documental en un ‘búnker’ trabajando diez horas diarias

Aitana Alonso

Rocío Carrasco tuvo que enfrentarse a una dura grabación del documental Rocío, contar la verdad para seguir viva. Si de por sí no era fácil el testimonio que protagonizaba, las condiciones de rodaje no ayudaban para nada. Socialité ha desvelado algunos detalles que han sorprendido a la audiencia.

Llevamos varias semanas conociendo la historia de la hija de Rocío Jurado a través de los capítulos semanales, el documental al completó tardó en grabarse cuatro semanas casi al completo. Se trataban de 10 horas diarias de puro trabajo en las que la hora de la comida era el único momento de descanso. Desde las 9 de la mañana hasta las 7 de la tarde, Rocío estaba dando su testimonio día tras día.


El set de rodaje fue secreto ya que querían llevarlo con discreción. Socialité ha descrito el lugar como un búnker, sin ventanas, por fuera parecía la puerta de un garaje. Supuestamente, el actual marido de la protagonista llevaba la comida a todo el equipo, pero no estaba dentro de la grabación para no influir en las declaraciones.

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Así fue la grabación del documental de Rocío Carrasco

Debido al elevado ritmo de trabajo, al lugar donde se trabajaba y la dureza del testimonio, la protagonista vivió duros momentos de ansiedad, incluso teniendo que intervenir en algunas partes de la grabación porque las pulsaciones se le aceleraron. Según ha confirmado el programa de María Patiño, “revivir la violenta agresión de su hija y los hechos posteriores impactan emocionalmente a Rocío Carrasco hasta el punto de que comienza a faltarle la respiración”.

A pesar de los momentos de ansiedad, Rocío no abandonó la grabación en ningún momento y siempre continuaba con sus declaraciones una vez se recomponía.