Las patatas perfectas para la tortilla

¡En el Día Mundial de la Tortilla! Las mejores patatas para hacerla

Algunas patatas son mejores para cremas de verduras, otras para freir y otras para cocer

Lucía Puig

La tortilla de patatas es uno de los platos tradicionales de la gastronomía española. Hay gran variedad de este tubérculo con el que puedes hacer la tortilla perfecta.

Los ingredientes de la tortilla son huevos, patatas, aceite de oliva y sal. Hay una amplio debate sobre si la tortilla debe llevar o no cebolla.

Las personas se dividen entre los que creen que sólo es auténtica tortilla si lleva cebolla y los que creen lo opuesto. Obviando este tema, es importante saber que a la hora de hacer una tortilla podemos elegir entre una amplia oferta del tubérculo. El resultado final se verá afectado por el tipo de patata que usemos.


Estas son las diferentes variedades de patata que hay en el mercado según su momento de recolección

  • Patatas viejas: Son las más adecuadas para hacer cremas, purés de verduras. Se llaman así porque tardan en recogerse hasta doce meses. Las puedes reconocer porque suelen tener tierra.
  • Semitardías: Se pueden usar para freir o cocer. Son recolectadas a las pocas semanas. Sirven para elaborar cualquier plato y son las que aguantan más en la despensa de casa.
  • Nuevas: son la mejor variedad que hay para hacer tortilla de patatas. Son las que se recogen en su mejor momento de maduración. Tienen bastante agua y poco almidón. Sabrás que son nuevas porque al freirlas el aceite salta más que con otras. Lo mejor es consumirlas pronto porque se deterioran con facilidad.

En el mundo hay más de 7000 variedades de patatas. En España las variedades que encontramos son alrededor de 150 variedades. En las estanterías de los supermercados y mercados tradicionales lo habitual es encontrar algunas de estas patatas: Agria, Kennebec y monalisa.

Patatas más comunes

  • La patata agria. Es la mejor variedad si queremos freir. Es de las más consumidas por tu perfecto tamaño. La piel es fina, el interior es firme y de color amarillo. Su forma es ovalada.
  • La kennebec. Quizás la reconozcas como la patata gallega. Su interior es blanco y su piel es más gruesa y moteada. Tiene gran cantidad de almidón y esto precisamente la hace perfecta para cocinar guisos. Aporta sabor parecido a la nuez.
  • La monalisa. Más conocida como la patata alavesa.  Son doradas y brillantes, con puntos marrón oscuro. Su piel tiene el mismo tono que su carne. En la cocina triunfa por su gran versatilidad. Se puede emplear en cualquier plato y siempre queda bien.
  • La red pontiac. Roja por fuera, blanca por dentro. Es harinosa y no aporta sabor. Es de las menos utilizadas. Su uso basicamente se ciñe a purés.
  • La vitelotte. Su piel es violeta, es muy gruesa y contiene altos niveles de fibra. Al hervirse se intensifica su color por lo que los platos que se sirven con ella tienen son muy vistosos.
  • La mulberry. La piel y la carne es rosa y su corteza es muy fina. No es normal verla en grandes superficies. Es una variedad que se encuentra en tiendas gourmet.
  • La spunta. Es una patata alargada que resiste muy bien los climas secos como los del sur de España y sobrevive bien a las épocas de sequía. Queda muy bien si se utiliza en ensaladillas rusas o ensaladas de patata.

Eligiendo bien las patatas que compramos nos garantizamos un mejor resultado de nuestros platos aunque siempre hay trucos que nos vienen fenomenal para alcanzar lo mejor.