Los comportamientos de un gato a veces resultan desconcertantes. Por ello, también tienen una personalidad muy atrayente, pues no son nada predecibles.
Parece que les gusta nuestra presencia, pero también son solitarios. También piden cariño pero luego escapan de ellos.
Por ello, ¿Por qué nos muerden cuando intentamos tocarles? Te explicamos cómo diferenciar cada situación y entiendas porque lo está haciendo.
Morder o no morder: va con el instinto del gato
Es muy probable que el animal este mordiendo suavemente y que además lo acompañe con un ronroneo. En este caso estaríamos hablando de una reacción de cariño por parte del gato.
Sin embargo, no todos se muestran con el mismo interés a la hora de acariciarles. Está demostrado que según avanzan en edad y se hacen mayores, el nivel de que quieran mimos va desapareciendo gradualmente, llegando a mostrarse incómodos con las caricias, lo que les lleva a morder.
Además, si tienes un gato, sabrá que no son extremadamente sociables. No podemos pasar por alto sus instintos que van con su especie. Los gatos no mantienen relación con otros animales de manera general, por lo que dosifica sus muestras de cariño y cercanía.
Pueden admitir caricias, pero durante un breve periodo de tiempo. Cuando se le está acariciando fuertemente y de forma continuada es probable que le genere estrés más que una sensación de cariño.
Lo que para nosotros puede ser una muestra de cariño, para ellos resultará un suplicio o incluso que invadas su espacio. Hay que entender su comportamiento y a veces quieren llamar nuestra atención como por ejemplo sentándose encima de nosotros. Ahí pueden necesitar cariño.
Esto varía según el gato, pero en muchas ocasiones lo que nosotros podríamos interpretar como una agresión tras un cariño (un mordisco cuando le acariciamos) en el fondo es su respuesta natural, para los humanos es común acariciar, para los gatos lo es morder.
