El Síndrome del niño rico que también sufren los criados en hogares humildes

No tiene nada que ver con el poder adquisitivo de los padres

Ana Más

Se conoce también como affluenza o ricopatía además de como síndrome del niño rico, pero no te lleves a engaño, no tienen nada que ver con familias de mucho dinero, aunque sus hijos también pueden sufrirlo.

Está más bien relacionado con aquellas familias que les dan a sus hijos todo lo que estos piden, sin que a estos les cueste el menor esfuerzo conseguirlo.

Se trata de niños que se suelen encaprichar con cosas y son incluso capaces de coger una rabieta hasta que consiguen que sus padres se las den. Es esencial detectar este tipo de comportamientos lo antes posible para que no influyan negativamente en la personalidad del niño en la edad adulta. De ahi la importancia de conocer las primeras señales que deben alertarnos.


Síndrome del niño rico ¿sabes qué es y si tu hijo lo sufre?

Tal y como explica El español, «las investigaciones sobre este síndrome han detectado una serie de síntomas y características a menudo asociadas a los jóvenes que sufren este síndrome del niño rico».

Uno de los primeros rasgos es que el niño expresa con frecuencia y a pesar de tener todo tipo de juguetes a su alcance, mucho aburrimiento.

Además la poca capacidad para afrontar los problemas por si mismo y recurrir a los padres para que lo hagan, la baja autoestima, baja tolerancia a la frustración, la tendencia a ser irresponsables, tener altos niveles de ansiedad por falta de rendimiento escolar, la irritabilidad fácil y la dificultad para relacionarse con los compañeros,  son otros rasgos de este síndrome.

La buena noticia es que podemos evitar que nuestros hijos lo sufran o al menos intentarlo. Tal y cómo explica el mismo medio,«transmitiendo al niño el esfuerzo que se tiene que realizar como padres para asegurar ese estilo de vida más cómodo y la importancia del esfuerzo y el trabajo duro para obtener las cosas. Todo ello sin olvidar las responsabilidades que van implícitas en el hogar y que tienen que cumplirse sin necesidad de que haya un premio o compensación de por medio.»

Además debemos evitar la sobreprotección, enseñarles a valorar lo que tienen y a respetar a los demás, además de darles las  herramientas necesarias para afrontar los problemas, teniendo en cuenta las frustraciones también son parte esencial del aprendizaje.

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