Llevamos cerca de dos años de pandemia y en este tiempo la mascarilla ha pasado a ser un complemento habitual en nuestras vidas. Su uso no es que sea únicamente recomendado, sino que en muchos lugares, sobre todo en sitios públicos, esta es obligatoria.
De ahí la disputa que se ha vivido estos días en el Metro de Madrid cuando un pasajero se negaba a ponerse la mascarilla. Otros dos pasajeros que compartían vagón con él le han comenzado a recriminar su comportamiento, pidiéndole que se pudiera la mascarilla.
Bronca en el metro
«Me estás poniendo en peligro de contagio«, le espetaba una pasajera. «Eso es tu opinión«, le respondía el viajero sin llevar mascarilla. Sin dar crédito, esta le recordaba que «está la UCI llena de gente» y que su decisión de no llevar mascarilla era una irresponsabilidad.
Pero el pasajero no entraba en razón y, lejos de hacer caso, respondía con negativas, mandando callar o incluso deseando la muerte. «Perfecto, ¡ojalá te mueras!«, se le escucha decir antes de abandonar el tren y después de que los viajeros le volvieran a solicitar que se pusiera la mascarilla, o bien se bajara del tren.
No es la primera disputa que tiene lugar en el transporte por la negativa de un pasajero a llevar la mascarilla, la cual recordamos que es obligatoria tanto en el transporte público como en las zonas de espera de estos, como el andén o las paradas de autobús.
Hace unos meses, también en el Metro de Madrid, un pasajero sanitario perdía un ojo al ser agredido por otro viajero al que había pedido que se pudiera la mascarilla.
Por qué debemos usar mascarilla en espacios públicos
Es importante en estos casos recordar la importancia de llevar mascarilla en lugares públicos como el transporte, y la principal razón es el contagio por aerosoles, partículas que quedan en el aire. Estos llevan siendo preocupación de los expertos desde inicios de la pandemia y la forma de combatirlo es usar buenas mascarillas que nos protejan bien y filtren el aire que respiramos.
Por qué debemos utilizar mascarilla en el transporte público:
– La llegada de ómicron, una variante del virus aún más contagiosa que la original hace que el contagio por aerosoles sea más fácil.
– El transporte público suelen ser sitios cerrados con poca ventilación.
– Al mismo tiempo, en estos a veces se forman aglomeraciones y resulta complicado mantener distancia de seguridad.
– No solo se trata de protegernos a nosotros mismos del contagio, sino también a los demás. Es una decisión que afecta a todos.
