¿Te encanta el aguacate? Plántalo en tu casa así de fácil

Es muy sensible a las bajas temperaturas, por eso la mejor época es entre marzo y junio

Ana Más

El aguacate tiene un montón de propiedades, contiene grasas saludables, es rico en vitamina E, C y provitamina A, además de contener minerales como potasio, calcio, magnesio, fósforo, hierro, cobre y cinc, por no hablar de su delicioso sabor.

Todo ello ha hecho que se haya convertido en la estrella de la cesta de la compra. Aunque tiene un precio no apto para todos los bolsillos mucha gente lo ha incluido ya en su dieta, en tostadas, en ensalada o relleno. Si este es tu caso quizás te compense plantar tus propios aguacates en casa. Algo relativamente sencillo. Te contamos como hacerlo.

El mejor momento para hacerlo suele ser en primavera, entre marzo y junio aproximadamente, si lo plantas ahora en verano asegúrate de que las raíces están absorbiendo bien el agua, para ello riega la planta en profundidad y protégela del sol.


Planta tu aguacate en casa así de fácil

A continuación saca el hueso del aguacate y lávalo bien, después clava tres palillos para apoyarlo en un vaso de agua de tal forma que solo se sumerja la parte de abajo del hueso.

Mételo en un vaso de cristal transparente con agua (así verás cómo crecen las raíces) y colócalo en un lugar seco y soleado con mucha luz, agua y calor.

Ve rellenando el agua que absorba la semilla a medida que esta baje, en ocho semanas aparecerán las primeras raíces, además verás cómo la parte de arriba se seca y aparecen los primeros brotes del tallo. Cuando este llegue a los 20 cm aproximadamente, ya puedes poner el hueso en una maceta con tierra y compost, dejando la parte superior del aguacate sin enterrar.

Debes tener especial cuidado con:

  • El exceso de riego y la humedad ambiental que pueden causar que las raíces se pudran
  • Los chinches, que harán que las hojas tengan puntos amarillos y que rápidamente se sequen y se caigan. Para evitarlo utiliza un pesticida
  • Con las hoja muertas, debes quitarlas periódicamente

Una opción mucho más rápida es dejar secar el hueso un par de días, quitarle la piel y plantarlo dejando la parte superior sin enterrar.

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