El fezolinetant, un fármaco para tratar los sofocos de la menopausia sin hormonas

Se comercializará con el nombre de Veozah y se ha probado con éxito en EEUU

Ana Más

La menopausia es para la mayoría de las mujeres una época llena de cambios y no precisamente positivos. Todo comienza con sutiles síntomas que tienen que ver con alteraciones en nuestro ciclo, cambios emocionales, alteraciones del sueño y sofocos, además de un inesperado aumento de peso.

Sin embargo, uno de los más frecuentes son los sofocos, los sufren un 75 por ciento de mujeres que pasan por esa etapa. Frecuentes y especialmente molestos, aparecen como una sensación de calor de repente en cara, cuello y pecho y viene acompañada de sudoración y malestar. Todo ello dura desde unos segundos a horas.

Para evitar este y otros síntomas de la menopausia hay disponibles tratamientos con hormonas que compensen el descenso en la producción natural. Sin embargo muchas mujeres son reticentes a recibir este tipo de fármacos con hormonas o no los pueden tomar.


Cómo actúa este fármaco contra los sofocos

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En ese contexto la aprobación por parte de la FDA, el organismo que regula los medicamentos en EEUU, del fezolinetant, un fármaco no hormonal para tratar los sofocos, es una gran noticia. Lo ha desarrollado la farmacéutica Astellas Pharma y se venderá con el nombre de Veozah, explican desde el diario El país.

Desde el mismo medio se refieren a un estudio cuyos resultados publicó en marzo  la revista The Lancet  que mostraba el potencial de este fármaco, «capaz de bloquear el receptor de neuroquinina-3, una pieza fundamental del sistema de comunicación con el lugar del cerebro desde el que se regula la temperatura, en el hipotálamo. Allí, el descenso de estrógenos se interpreta como una bajada de temperatura y envía una señal de defensa para que se dilaten los vasos sanguíneos de la piel, lo que la mujer percibe como un sofoco repentino», explican.

El catedrático de Obstetricia y Ginecología en la Universidad de Valencia y coautor del estudio, Antonio Cano, explica además que es una opción que aunque en eficacia no llega al tratamiento hormonal, sí está muy por encima de otros tratamientos cómo los fitoestrógenos o los inhibidores de recaptación de serotonina, que prácticamente no tienen una eficacia contrastada.

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