Según este experto, consumir pizzas congeladas puede ser perjudicial para nuestra salud

El problema está en calentarlas en el mismo envase

Ana Más

Una cena bastante recurrente en muchos hogares, sobre todo si no tenemos ganas ni tiempo de cocinar, es abrir una o varias pizzas congeladas y calentar, en un pis pas estaremos sentados disfrutando de su sabor y las opciones son más que variadas además de ricas.

Pero muchas veces por ahorrarnos fregar un plato, calentamos la pizza en el mismo envase en el que viene y este gesto, que aparentemente parece inofensivo, según este divulgador científico no lo es tanto.

Su nombre es Mario Sánchez (@lodelcomer) y en su cuenta de Tiktok, en la que cuenta con más de doce mil seguidores, comparte contenido sobre nutrición y seguridad alimentaria. Y precisamente a seguridad alimentaria se refiere al hablar de las pizzas congeladas y no tanto de ellas o su composición sino del envase en el que vienen.


 

Mejor que pizzas congeladas, pizzas caseras

@lodelcomer No hagas esto al cocinar pizza ❌ #pizza #cocina #seguridadalimentaria #cocinaentiktok #pizzatime #pizzalover #pizzatiktok ♬ sonido original – Mario Sánchez

El divulgador ha alertado sobre ciertas intoxicaciones alimentarias que se pueden producir si comemos la pizza en el propio envase, que suele ser de plástico, después de calentarla.  «Estamos provocando un contacto con el plástico, que no está preparado para aguantar ese calor residual«, explica.

Y es que según explica tecnólogo alimentario, al calentar el plástico del envase, este se derrite y desprende partículas potencialmente peligrosas para el organismo. Por eso insta a no hacerlo y a su vez convencer a nuestro círculo más cercano de que no lo haga. No merece la pena poner en riesgo nuestra salud por ahorrarnos fregar un plato.

Aunque no hay ninguna duda de que la manera más saludable de comer pizza es hacerla es en casa para poder controlar los ingredientes que lleva. Para que sea sana todos los ingredientes de una pizza deben ser naturales y sin procesar. Procura utilizar queso y tomate naturales en la medida de lo posible.

Además si ponemos la mitad de queso mantedremos su sabor pero reduciremos la grasa saturada hasta en un cincuenta por ciento.  La mejor opción es el parmesano picante con tan solo 22 calorias.

 

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