Muchas veces cuando algo nos genera frustración o malestar intentamos dejarlo pasar y no expresar cómo nos sentimos, algo que lejos de arreglarlo hace todo lo contrario empeora la situación, y es que no expresar nuestras emociones negativas no soluciona los problemas. Podemos afrontar y expresar nuestros sentimientos pero debemos saber cómo hacerlo. Es importante decir cómo nos sentimos y decirlo bien. Algo que no solemos hacer para evitar discusiones o situaciones incómodas.
Desde la web psicologoencasa.es apuntan algunos de los beneficios de hacerlo, «decir a alguien que algo de lo que ha hecho o dicho nos ha molestado, nos convierte en personas libres. Libres para poder expresar precisamente eso, lo que nos molesta, lo que nos incomoda» y añaden que ser libres nos hará más felices ya que habremos sido capaces de negociar con las personas que nos rodean y evitar así enfados, rabietas y mal humor. De lo contrario sentiremos rabia y malestar.
Por otra parte desde somosinteligenciaemocional.com nos dan algunas pautas para hacerlo y hacerlo bien. En lo primero que insisten es en la importancia de escoger el lugar y el momento adecuado. «Tendrá que ser un sitio en la que no haya o pueda haber muchas distracciones, donde puedas tener toda su atención hacia ti. Si estás en el trabajo una sala de reunión podría ser un lugar idóneo, si estás en casa tendrás que elegir el mejor sitio pero date cuenta de que si está la cocina en marcha o la televisión encendida, tal vez sea mejor esperar a terminar de cocinar o apagar la tele para tener la conversación», explican.
Pero además se refieren a otros dos aspectos importantes, estar a solas con la otra persona y hacerlo desde un estado de ánimo calmado, «si intentamos realizar la expresión de un enfado de forma saludable y estamos muy cansados, o alterados, nos costará más y será más fácil que la ira se apodere de nosotros. Lo ideal será estar tranquilos para expresar todo lo que queremos de la mejor manera posible», explican.
Respecto a la manera de hacerlo desde psicologoencasa.com recomiendan hablar de uno mismo y no del otro, es decir explicarle cómo te sientes tú ante determinados comportamientos suyos pero no diciéndole lo que él ha hecho mal. Después «puedes decirle de qué manera te gustaría que se comportara, para no hacerte sentir mal; o para no malinterpretar su conducta», explican. Algo con lo que conseguiremos que el otro no se sienta atacado además de no poder decirnos que eso no es cierto puesto que hablamos de nosotros y no de él.
Debes saber que al expresarnos mejoramos nuestras relaciones y nuestra autoestima a la vez que nos ayuda a establecer límites. Merece la pena intentarlo, ¿no crees?
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