Seguramente en alguna ocasión has escuchado hablar de los beneficios que aporta a nuestra salud el ayuno intermitente. Se trata de un método que limita las horas en las que se consumen alimentos con el objetivo de mejorar nuestra salud.
En los últimos tiempos, se ha vuelto un proceso muy utilizado para perder peso, ya que se trata de un tipo de dieta que se basa en respetar unos horarios concretos a la hora de comer y que cada vez se ha ido popularizando más. Dentro del ayuno intermitente, existen diferentes intervalos de tiempo entre las comidas y cada uno de ellos aporta diferentes ventajas dentro de la alimentación.
Ayuno 14:10, ¿qué es y qué beneficios aporta?
Los expertos de la King’s College en Londres han querido hacer una investigación sobre el método 14:10. Un estudio en el que han participado 37.545 personas durante un periodo de tres semanas. Para ello, han buscado a gente comprometida para buscar resultados.
Asimismo, han querido explicar que cuando se refieren al ayuno 14:10 hablan de un procedimiento que permite comer durante 10 horas y restringe cualquier tipo de alimento durante las otras 14.
Según los resultados obtenidos a priori en este estudio, este hábito aporta numerosas ventajas a nuestro cuerpo. Una de las cuestiones que han querido destacar es que, el impacto que tienen los alimentos en nuestro cuerpo, no solo vienen de lo que ingerimos, sino también del momento en el que lo hacemos.
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En consecuencia, seguir de forma constante este ayuno de 14 horas y, por ende, una ingesta de 10, según Sarah Berry, es un método moderado que se adapta de manera fácil al mundo real y que es todo un éxito.
Una de las conclusiones en las que hacen mayor hincapié los investigadores es que el cuerpo humano no necesita que estemos comiendo de manera constante. Asimismo relacionan un ayuno de 14 horas con un aumento de energía, una mayor sensación de saciedad y mejoría en el estado de ánimo.
¿Hay efecto rebote?
A menudo, cuando nos embarcamos en una dieta en la que se pueden ver los resultados en un corto periodo de tiempo, a lo que más tememos es a sufrir efecto rebote y a otros efectos. Ante esto, siempre es recomendable consultarlo con un médico.
No obstante, algunos de los primeros efectos que pueden aparecer tras las primeras semanas de ayuno es fatiga, insomnio, náuseas o dolores de cabeza, así como la sensación de quedarnos con hambre de manera constante.
Si nos cuesta excesivamente cumplir con el ayuno, algunos expertos dan algunas indicaciones y consejos para cumplir.
Si no podemos adelantar la cena, podemos intentar retrasar el desayuno
Tener cocinados varios alimentos básicos como arroz, quinoa, verduras asadas y cremas, para preparar platos sobre la marcha cada día y reducir así el tiempo de preparación de la cena.
En el caso de que cenar pronto nos haga tener hambre antes de irnos a dormir, podemos tomar una infusión caliente sin azúcar que no altera ni rompe el ayuno.
