Un psicólogo analiza el polémico filtro de belleza extrema de TikTok

Altera las facciones para que el rostro parezca más delgado, la piel más perfecta e incluso que vamos algo maquillados

Ana Más

Cada vez es más normal el uso de filtros en fotos y redes sociales como TikTok, donde uno de los más utilizados y que ya se ha convertido en tendencia es el de belleza extrema o Bold Glamour.

Lejos de cambiar absolutamente la fisonomía de la persona, el filtro en cuestión ha suscitado un debate nada positivo en redes sociales. Lo que hace el Bold Glamour es alterar las facciones para que el rostro parezca más delgado, la piel más perfecta e incluso parezca que vamos algo maquillados.

Algunos usuarios comentan que es una transformación tan grande de tu rostro que a edades muy tempranas puede generar inseguridades que no se superen nunca ya que por mucho que consigas que tu cara se parezca a la que tienes con el filtro, nunca llegarás a aceptar tu imagen real.


Así funciona este filtro de belleza extrema de TikTok

Getty Images

Y es que con un solo clic puedes acabar con tus ojeras y marcas de la piel, y quienes lo han visto se preguntan, tal y como explican desde Huffington Post, «si no añade leña al fuego a los problemas de autoestima causados por la falsa perfección en redes sociales».

En declaraciones al mismo medio el psicólogo Miguel Ángel Rizaldos, autor del libro ¿Ser frágil es malo? Aceptar tu vulnerabilidad te hace más fuerte (Plataforma Editorial), explica sobre el efecto de los filtros: «al final acabas viendo lo que no eres. Estás queriendo ser quien no eres, estás pidiendo peras al olmo». 

Y añade: «como un juego o algo así, vale, el problema es que sea más que un juego y que los necesites». El uso de estos filtros más allá de un juego hace que la persona viva «en una falsedad continua», «Hay que aceptar y eso no te ayuda a aceptar, todo lo contrario», explica.

Y además el mencionado medio se refiere a un estudio de 2018 en el que investigadores de la Universidad de Boston vieron que «había una correlación directa entre la cantidad de selfies retocados digitalmente y el número de trastornos por dismorfia corporal —obsesión con supuestos defectos del cuerpo– diagnosticados».

El experto explica que el problema está en ver la belleza «como un valor», cuando no lo es, y explica que es mucho más importante la actitud que el físico. «Son bellas las personas que se sienten bellas y lo dicen los estudios: hay personas que se sienten bellas sin serlo tanto y tienen más éxito que las que son bellas pero no se sienten tal».

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