Después de un veranillo de San Miguel de lo más atípico con temperaturas de hasta 37 grados, el otoño ya ha llegado para quedarse. Y desde luego que no hace falta más que ver el desplome de los termómetros, dejándonos un frío polar acompañado de fuertes lluvias. Estos cambios tan fuertes de frío y calor provocan muchas reacciones en la piel, entre ellas aparecen los primeros sabañones en la piel.
Los sabañones son un trastorno que se produce en diferentes partes de nuestro cuerpo, especialmente en las manos y en los pies, provocado por nuestro organismo cuando detecta cambios bruscos de temperatura o humedad.
Las venas y las arterías son los vasos sanguíneos que conducen nuestra sangre desde el corazón hasta los tejidos del organismo. Cuando las temperaturas son muy bajas, tanto las arterias como las venas se cierran para evitar que nuestro cuerpo pierda calor. Una vez recuperamos nuestra temperatura habitual, los vasos sanguíneos vuelven a su estado natural, excepto para las personas que tienden a tener sabañones que es cuando aparecen.
Sabemos que han aparecido estas patologías porque al no poder circular la sangre de manera regular, se produce una inflación en la zona afectada y toma un color rojizo. Asimismo, en ocasiones esto puede empezar a doler y a picar.
Normalmente, los sabañones aparecen en las manos y en los pies, en ambas zonas en los dedos. También en la nariz, así como en las orejas, pero no son contagiosos, aunque pensemos que sí por las ampollas o úlceras que pueden llevar consigo.
La principal causa de los sabañones es el frío y para prevenirlo, nada mejor que abrigarse bien ante la bajada de temperaturas. Sin embargo, en ocasiones esto no es suficiente. Es por ello que, desde Cadena Dial, te proponemos algunos hábitos:
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