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Sonsoles Ónega le manda una misteriosa disculpa a Isabel Preysler

La presentadora no pudo acudir a la presentación del docureality de la celebritie

Estela Alba Hoyos

Con la llegada de la Navidad, Isabel Preysler ha presentado, por fin, uno de los proyectos en los que más tiempo lleva trabajando: un docureality bajo el nombre de Mi Navidad. La celibrity ha dejado a un lado las típicas premiere a las que estamos acostumbrados y ha querido hacer el visionado del primer capítulo en su propia casa. Esto ha hecho que su hogar se convierta en los últimos días en una concentración de los rostros más conocidos de nuestro país y también de periodistas y colaboradores de los programas del corazón.

Este miércoles, Isabel Preysler se convertía en tema de debate en el programa de Antena 3, Y ahora Sonsoles. Pilar Vidal explicaba cómo había sido el evento y todo lo que había podido descubrir tras el primer visionado de la serie que se emitirá en Disney+. Sin embargo, toda la atención se la llevaba Sonsoles Ónega tras mandar un misterioso mensaje a la filipina que nadie entendió.

«Qué finas sois… No me extrañan que os inviten a esas cosas», decía la presentadora del programa mientras comentaban la noticia del programa. Unas palabras a las que Beatriz Cortázar no dudó en responderle: «Y a ti también te invitaron, pero no has querido ir», apuntaba, dejando claro que el nombre de Sonsoles Ónega estaba dentro de la lista de invitados.


El misterioso mensaje de Sonsoles Ónega a Isabel Preysler

Ante este reproche de una de las colaboradoras de Y ahora Sonsoles, la propia aludida dejaba claro que sí había sido invitado, pero que no había querido ir: «Me disculpé personalmente con Isabel Preysler. Ella sabe el motivo y lo entiende perfectamente», recalcaba.

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Antena 3

Cortázar, por su parte, apuntó que si el motivo por el que no había ido era trabajo, claro que Isabel Preysler lo iba a entender. Sin embargo, ante esto, Ónega no quiso pronunciarse, dejando entrever que el motivo no era profesional.

Tras explicar Pilar Vidal que, al tener una casa tan grande, parecía que hubiesen quedado «en la cumbre de la OTAN», Ónega recibió un mensaje: «Me ha escrito y me dice que cómo que no fui a la casa de Isabel Preysler», decía. «Me sentí muy honrada por la invitación, se lo dije a ella, pero, oye, chica, no se podía», terminaba explicando.

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