Caminar mirando el móvil empeora nuestro humor y este no es el único perjuicio que ocasiona

Lo primero que se produce es un cambio en nuestra postura corporal que puede ocasionarnos dolores

Ana Más

Ya no sabemos ir sin móvil a ningún sitio, ni siquiera a dar un paseo, basta con mirar un poco alrededor cuando salimos a pasear, es raro ver a alguien que no vaya hablando por teléfono, escuchando música, grabándose o incluso escribiendo un mensaje a la vez que camina. Hoy hablamos de los efectos nocivos de caminar mirando el móvil.

Desde xatakamovil.com aluden a un reciente estudio universitario publicado en el New York Times, según el cual «una de cada cuatro personas miran el móvil mientras cruzan la calle», algo que trae consigo riesgos a corto y largo plazo.

Y es que mirar el móvil mientras caminamos, no es tan inofensivo como parece: «Esta multitarea, además de contribuir a generar accidentes (ya en 2015 la DGT alertaba de que un 98% de los accidentes en los que el peatón es el culpable están provocados por el uso del móvil), tiene consecuencias sobre nuestra postura, atención y patrón de marcha», explican desde El País.


Más efectos de andar mirando el móvil

Mature man using mobile phone while walking on sidewalk. Confident male commuter holding smartphone in city. He is wearing blazer.

Los estudios sobre cómo usar el móvil mientras caminamos afecta a ese patrón de marcha, no son nuevos. Ya en 2012, se publicó en la revista Gait & Posture, el estudio , ‘Los teléfonos móviles cambian el modo en el que caminamos. ¿Cómo?’ , en el que se explicaba ya entonces que «Caminar y enviar mensajes reducía la velocidad en un 33% (y caminar y hablar por teléfono en un 16%); además de aumentar la desviación (los participantes tenían que ir hacia un objetivo)», explican desde El País.

Lo  primero que se produce cuando caminamos por la calle mirando el móvil es un cambio en la postura corporal, tal y como explican desde el mismo medio: «Si pausamos un vídeo de una persona que está caminando y usando el teléfono a la vez, veremos un brazo flexionado y algo elevado sosteniendo el teléfono y la cabeza inclinada. Es decir, al sujetar el móvil, perdemos el braceo, ese balanceo de los brazos al andar».

Fernando Ramos, presidente de la Asociación Española de Fisioterapeutas (AEF), explica que ese balanceo que perdemos al sujetar el móvil, es importante para «ayudar a estabilizar el cuerpo y mejorar el equilibrio lateral al caminar». Además de contribuir a mejorar la eficiencia de la marcha y a un mejor uso de nuestra energía. Además explica que esa postura del brazo sujetando el teléfono, «provoca también una tensión extra y podemos acabar sufriendo dolores en el hombro».

La posición adelantada de la cabeza, con una flexión pronunciada de nuestra columna cervical, hace que la musculatura del cuello y parte alta de la espalda sufra un estrés mecánico que no debería sufrir, explica el experto.

Pero los referidos a la postura no son los únicos riesgos de mirar el móvil mientras caminamos, al hacerlo «estamos mucho más distraídos de lo que imaginamos, por lo que puede ocurrir un accidente como tropezar con otra persona o con un obstáculo, o en el peor de los casos, poner en riesgo tu salud y tu vida al cruzar una calle cuando no deberías, por estar distraído respondiendo un mensaje de WhatsApp o revisando alguna red social, por ejemplo», explican desde Xakata.

Y añaden que según un experto de la universidad de Dinamarca, «la gente da pasos más cortos y pasa más tiempo con ambos pies en el suelo [si están mirando el móvil mientras caminan]».Y por si esto fuera poco, el uso del móvil al caminar provoca un aumento del cortisol, la hormona relacionada con el estrés «influyendo negativamente en nuestro estado de ánimo y reduciendo los efectos positivos que tiene el caminar cuando lo hacemos para mantenernos físicamente activos y saludables», explica Ramos. Así que no cabe duda de que la opción más correcta y saludable parece clara: dejar nuestro móvil en casa o en el bolsillo mientras caminamos.

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