Desde hace algo más de un año se aprobó una ley por la que las llamadas de ‘spam’ quedaban prohibidas si la persona no había dado su consentimiento y muchos de nosotros respiramos tranquilos desde casa. Pese a ello, el último ‘Informe Global sobre Amenazas de Llamadas‘ revela que España en el país europeo con mayor volumen de este tipo de publicidad telefónica.
De hecho, a día de hoy, la mayor parte de los hogares sigue recibiendo este tipo de marketing de forma casi diaria —el estudio estima que se producen unas 17 llamadas por jornada—, lo que resulta bastante molesto. Y aunque acabes colgando o expreses tu negativa a seguir recibiendo este tipo de ‘spam’, las empresas continúan.
La mala noticia es que probablemente seguiremos atendiendo este tipo de llamadas, pero la buena noticia es que hay un truco, mas o menos infalible, que puede ayudarnos a ponerle fin y que muchos no conocen todavía.
Lo esencial de esta técnica es que procede de una fuente que promete ser fiable: una antigua teleoperadora. Eléonore Bounhiol cuenta en la revista francesa Maison&Travaux cómo fue su experiencia trabajando como operadora en una agencia de marketing y su testimonio es bastante esclarecedor: «Nada más llegar descubrí un mundo muy estructurado».
Además de contar lo enlatados que se encontraban los empleados en esa empresa y de tener que estar todo el día pegados al teléfono, la extrabajadora explica que en sus pantallas aparecían los números a los que tenían que hacer las llamadas y les daban un guion con todo lo que tenían que decir y no podían salirse «nunca» de él.
Tres meses después, Bounhiol dejó su puesto en esta compañía porque no aguantaba más, pero dejó tres importantes consejos si eres una de las víctimas de las llamadas de ‘spam’:
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