Marta Sánchez

Marta Sánchez recuerda a su hermana y la carta que le escribió antes de morir

Paz Sánchez, melliza de la cantante, fallecía en el 2004 tras una dura batalla contra el cáncer

Noelia Bertol

No todo ha sido color de rosa en la vida de Marta Sánchez. En el año 2004 la artista tuvo que convivir con el dolor y el éxito cuando Paz, su hermana melliza, fallecía tras una batalla de tres años contra un cáncer de mama. En alguna ocasión la hemos visto hablando públicamente de este duro episodio de su vida, aunque su mayor homenaje a Paz ha sido utilizar su altavoz para dar visibilidad a la enfermedad que se la llevó.

En su visita al podcast de su amiga Vicky Martin Berrocal la artista ha aprovechado para recordar a su melliza y los duros momentos que vivieron con su marcha. «Éramos muy diferentes. Ella era más callada, más seria, con un sentido del humor increíble que te partías de risa. Yo era más loca, más soñadora, más pizpireta… y yo no quería ser así, yo quería ser un poco como ella. Admiraba mucho su elegancia, su saber estar«, contaba la intérprete de Soy yo.

Marta Sánchez contaba que la salud de su hermana nunca había sido del todo buena. «Cogió una hepatitis muy gorda siendo muy niña y a partir de ahí su salud no era de hierro. Tuvo depresión posparto, que también fue durísima, y luego empezó con el cáncer de mama», se sinceraba.

El gran dolor de Marta Sánchez

La pérdida de su hermana fue un momento muy duro para la artista, y es un dolor que le sigue acompañando en su vida. Uno de sus mayores lamentos es sentir que no exprimió al máximo el tiempo con ella: «Cuando siento su falta me pregunto por qué no he viajado más a La Coruña, que era donde ella vivía, cómo no me di cuenta de comprarle más regalos todavía, de mimarla, de llamarla todas las noches. Eso no es fácil de perdonarse a uno mismo«.

Son muchos recuerdos los que acumula junto a ella, además de una carta que guarda con mucho cariño. «Escribía muy bien, me decía cosas preciosísimas. La carta más fuerte que me escribió fue para agradecerme todos los cuidados que tuve con ella durante su enfermedad«, contaba esta, que reconocía tenerla plastificada para no perderla nunca.