Hombre y mascota con mascarilla

5 formas de cuidar a tu mascota frente a la contaminación del día a día

Del aire del exterior al interior de tu casa, estas recomendaciones te ayudarán a preservar su salud

Alba García-Fogeda

La contaminación ambiental ya no es solo un problema humano, nuestra mascota también están en riesgo, aunque a menudo pase desapercibido.

Perros y gatos respiran, olfatean y caminan más cerca del suelo, justo donde se acumulan a partículas tóxicas procedentes del tráfico, el polvo o los productos de limpieza. Eso significa que, sin saberlo, pueden estar expuestos a niveles incluso más altos de contaminación que nosotros.

Según advierten un grupo de especialistas del The New York Times, como Michala de Linde Henriksen, los animales domésticos pueden sufrir irritaciones, problemas respiratorios o dermatológicos por partículas en suspensión, humo o químicos domésticos.

En ciudades con altos niveles de polución, algunos veterinarios ya registran un aumento de casos de tos, estornudos persistentes y fatiga en mascotas que pasan mucho tiempo al aire libre.

Por ello, proteger a tu compañero de la contaminación es una cuestión de cariño y prevención. Pequeños gestos en su rutina diaria pueden marcar una gran diferencia en su salud y bienestar. En este marco, te presentamos cinco recomendaciones clave para cuidar mejor de tu compañero.

Cinco gestos que marcan la diferencia para tu mascota

Perro sucio bañándose
Perro sucio bañándose I Getty

1. Limita el tiempo al aire libre cuando la calidad del aire es mala

Si los niveles de contaminación suben, tu mascota también siente los efectos. Al final si a ti mismo te pican los ojos, lo más probable es que a tu mascota también. Por ello, reduce los paseos largos, evita ejercicio intenso al exterior y opta por momentos más tranquilos cuando el aire está cargado.

2. Mejora la calidad del aire en casa

El hogar debe ser un refugio más seguro. Ventilar tras cocinar, usar purificadores de aire y aspirar con frecuencia ayudan a reducir contaminantes adheridos al ambiente interior.

Además productos de limpieza, velas e incluso ambientadores liberan compuestos que pueden afectar a tu animal de compañía. Procura usar opciones más neutras o naturales.

3. Respeta su hidratación y limpieza tras el exterior

Cuando el animal viene del exterior, puede haber partículas, polvo o contaminantes adheridos al pelaje. Un gesto sencillo como pasar una toalla húmeda sobre su pelo al entrar ayuda a reducir esa carga. También es fundamental tener agua fresca disponible.

4. Presta atención a señales de alerta

Los síntomas de que algo no va bien pueden incluir lagrimeo, entrecerrar los ojos, secreción, tos o fatiga. Estas molestias pueden ser la pista de un entorno contaminado. Si notas algo así, consúltalo con el veterinario.

5. Evita contaminar su entorno inmediato

Aunque parezca de sentido común, los desechos, polvo acumulado, las zonas sin ventilación y los residuos químicos forman parte de riesgo. Por ello, mantener limpios sus espacios, lavadas sus mantas o camas y revisar los productos de limpieza de tu casa es parte del cuidado.

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