Cuidado si tienes mascota: La peligrosa enfermedad que puede contagiarte sin darte cuenta

Es una infección superficial que afecta principalmente la piel, el cabello y las uñas

Lucía Villalba

Cuando pensamos en enfermedad contagiosa, solemos imaginar virus o bacterias que se transmiten entre personas. Sin embargo, hay infecciones que pueden saltar la barrera entre especies y llegar a los humanos desde nuestras propias mascotas. Una de las más comunes es la tiña cutánea, una afección provocada por hongos dermatofitos que puede pasar desapercibida en animales y convertirse en una fuente de contagio silenciosa.

Tiña cutánea, la peligrosa enfermedad que puede contagiarte tu mascota

La tiña es una enfermedad que afecta principalmente la piel, el cabello y las uñas, tanto en humanos como en animales. Aunque no representa un peligro grave para la salud, sí puede causar importantes molestias si no se detecta y trata a tiempo. Además, tiene un alto grado de transmisibilidad, lo que significa que puede propagarse con facilidad dentro del hogar.

Los hongos responsables de esta infección prosperan en ambientes cálidos y húmedos. El contagio se produce, principalmente, por contacto directo con una persona o animal infectado. Lo preocupante es que muchas mascotas, en especial gatos y perros, pueden portar estos hongos sin mostrar signos visibles de enfermedad. Así, un animal aparentemente sano puede convertirse en un vehículo de transmisión sin que sus dueños lo sepan.

En los humanos, la tiña cutánea suele manifestarse como una erupción con bordes definidos, enrojecida y con picazón, a menudo en forma de anillo. Puede afectar diferentes partes del cuerpo, incluyendo el cuero cabelludo y las uñas. En estas últimas, puede causar engrosamiento, fragilidad y cambios en el color. La aparición de estos síntomas, aunque leve en muchos casos, puede confundirse fácilmente con otros problemas dermatológicos, lo que retrasa el diagnóstico.

En las mascotas, la enfermedad puede presentarse con pérdida de pelo localizada, piel escamosa, costras o irritación. A veces, los animales afectados se rascan o se lamen con frecuencia. No obstante, en muchos casos los síntomas son tan sutiles que sólo un veterinario podrá detectarlos mediante pruebas específicas.

La prevención es fundamental para evitar el contagio. Mantener una buena higiene en el hogar, lavar regularmente las manos después de interactuar con animales, y limpiar las áreas y objetos que usan las mascotas puede reducir significativamente el riesgo. También es recomendable llevar a cabo controles veterinarios periódicos, especialmente si se nota algún cambio en la piel o el pelaje del animal.

Si se sospecha de tiña, tanto en humanos como en mascotas, lo mejor es consultar con un profesional. Con el tratamiento adecuado, esta infección puede eliminarse completamente. Pero ignorarla o automedicarse puede empeorar la situación y facilitar su propagación.

MÁS SOBRE: