A pesar de que la edad legal para jubilarse en España sea los 66 años, la idea hacerlo a los 58 años no es algo completamente inalcanzable. Eso sí, tan solo podrán aquellos que cumplan con unos requisitos muy concretos determinados por la propia Seguridad Social.
Y es que, es esta misma la que contempla esa opción como una forma de jubilación anticipada voluntaria, pero a la cual no todo el mundo opta. Es más, aquellos que busquen acogerse a ella deben también hacerlo a los recortes de su futura pensión que esto supondrá.
El primer filtro es haber cotizado al menos 35 años a lo largo de la vida laboral, y de esos, al menos dos tienen que haberse llevado a cabo en los últimos 15 años antes de la solicitud. A eso se suma otra condición imprescindible. Y es que la pensión que te quede tras aplicar los recortes debe ser superior a la pensión mínima que tendría una persona que se jubile a los 65 años, y esto es algo que varía en función de la situación familiar de cada solicitante.
Lejos de quedarse ahí, es importante tener en cuenta que, para este cálculo, no se incluyen ni las pagas extraordinarias, así como tampoco las cotizaciones realizadas antes de 1967. Un dato a tener en cuenta y que te hará revisar bien los números antes de tomar una decisión.
Adelantar la jubilación respecto a la edad legal establecida, supone una reducción en la cuantía de la pensión. Esto significa que los coeficientes reductores aplicados varían en función del tiempo cotizado, pudiendo llegar hasta un 21% si la jubilación se adelanta 24 meses y se cuenta con menos de 38 años y 6 meses cotizados. Sin embargo, si el trabajador ha recibido subsidio de desempleo durante al menos tres meses, puede acceder a coeficientes menos severos, pero, aun así, deberá cumplir con todos los requisitos de la jubilación voluntaria.
Aunque jubilarse antes suena llamativo, también tiene sus desventajas; la pensión máxima que se puede cobrar de forma anticipada tiene sus límites. En concreto, se le aplica una rebaja del 0,5% por cada trimestre que se adelante la jubilación respecto a la edad legal. Es decir, cuanto antes te retires, más se recorta ese límite.
Ahora bien, algunas personas están fuera de esta regla. Es el caso de quienes han pasado su carrera profesional en trabajos especialmente duros o insalubres, así como de aquellos con una discapacidad reconocida. Para ellos, la normativa es más flexible, pudiendo acceder a la jubilación anticipada sin que ese límite les aplique de esta misma manera.
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