Pablo López

Cuando los más pequeños protagonizan los conciertos: Antoñito Molina, Pablo López y Rozalén lo demuestran

Estos episodios ponen de manifiesto cómo la música trasciende generaciones

Lucía Villalba

La música en directo siempre guarda momentos mágicos. Y en ocasiones son los más pequeños quienes se convierten en los verdaderos protagonistas de la noche. En los últimos días, artistas como Pablo López, Antoñito Molina y Rozalén han demostrado la enorme conexión que pueden llegar a tener con los niños en sus conciertos. Regalando instantes llenos de ternura.

Los pequeños se roban el protagonismo

Uno de los ejemplos lo protagonizó Pablo López durante su gira en Granada. Allí invitó a subir al escenario a Miguel Ramírez, un niño de 11 años que ya había sorprendido con su actuación en ‘La Voz Kids’. En el programa, Miguel interpretó con gran sensibilidad ‘El gato’, una de las canciones más emblemáticas del propio Pablo López. Su versión emocionó no solo al público y al jurado (compuesto por Lola Índigo, Manuel Turizo, Edurne y David Bisbal), sino también al cantante malagueño. Tanto fue así que López compartió horas después el vídeo de la actuación en su cuenta de Instagram con un mensaje lleno de cariño: “¡Qué locura! Gracias, Miguel”.

En el concierto de Granada, Miguel volvió a brillar. Sentado frente al piano, interpretó y cantó mientras Pablo López lo observaba desde el escenario, dejando al público boquiabierto.

@musicguel_ @lauragorserphotography Me mandaba esta maravilla de video #pablolopez #granada #360 #lavoz #lavozkids #elgato #concierto #musica #directo #viral #parati #fyp @Pablo López ♬ sonido original – Miguel Ramírez

El momento se convirtió en una de las imágenes más especiales de la gira y en una experiencia inolvidable para el joven, que recibió el aplauso unánime de los asistentes.

Otro de los momentos más comentados lo protagonizó Antoñito Molina durante su concierto en ‘Premios Dial Tenerife’. El artista gaditano interpretaba su tema ‘Me Prometo’, una de sus canciones más exitosas, con más de cinco millones de visualizaciones en apenas medio año.

Mientras se acercaba a saludar a los asistentes más alejados del recinto, se encontró con una niña que, emocionada por tenerlo tan cerca, no pudo contener las lágrimas. Molina se inclinó para darle un abrazo que desató aún más la emoción de la pequeña.

La imagen se convirtió en un gesto de ternura que pronto se multiplicó, pues un par de niñas más se acercaron también para vivir ese instante de cercanía con su ídolo. Tras este emotivo paréntesis, el cantante continuó con su actuación, demostrando su capacidad para conectar con el público de una manera especial.

Por su parte, Rozalén también regaló un momento entrañable en uno de sus conciertos en Madrid. La cantautora bajó hasta la pista del público para cantar junto a una niña ‘La puerta violeta’, uno de sus himnos más reconocidos. El dueto espontáneo emocionó a todos los presentes y dejó patente la sensibilidad y cercanía que caracterizan a la artista.

Estos episodios ponen de manifiesto cómo la música trasciende generaciones y cómo los niños pueden convertirse en el alma de un concierto. Tanto Miguel, como las pequeñas fans de Molina o la niña que cantó con Rozalén, han demostrado que la ilusión no entiende de edades y que los momentos más mágicos llegan desde la inocencia de la infancia.

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