
La clave, según el psicólogo Rafael San Román, está en una sencilla pero reveladora idea: «Es necesario acudir a terapia cuando nuestros problemas nos generan problemas«. Es decir, cuando las dificultades emocionales interfieren seriamente en el bienestar personal, en el día a día, en las responsabilidades o en las relaciones.
Identificar este momento no siempre es fácil. Muchas personas posponen la decisión por miedo, dudas o desconocimiento. «Verbalizar que necesitamos un psicólogo es un paso que primero damos ante nosotros mismos”, señala San Román en una entrevista con Informativos Telecinco, donde también aborda el estigma social que aún persiste en torno a la terapia. Aunque cada vez más personas hablan abiertamente de sus procesos terapéuticos (incluidos personajes públicos como Penélope Cruz o Rafa Nadal), muchos aún sienten reparo al admitir que necesitan ayuda profesional.
Una vez iniciado el proceso terapéutico, es importante mantener una actitud abierta y colaborativa. Si con el tiempo sentimos que no hay avances, conviene revisar las expectativas, la metodología utilizada o incluso si es el momento adecuado para continuar. «Seguir por seguir no tiene sentido«, explica el experto.
Las sesiones suelen centrarse en aspectos clave de la vida del paciente: relaciones de pareja, vínculos familiares, autoestima, problemas laborales o consumo de sustancias. Temas aparentemente aislados (como una discusión en el trabajo) pueden revelar patrones emocionales más profundos.
MÁS SOBRE: