La terapia psicológica se ha convertido en una de las principales prioridades sociales en los últimos años. Muestra de ello es el aumento constante de psicólogos colegiados en España. Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2023 se registraron 40.417 psicólogos sanitarios, un 5,2% más que el año anterior. Este crecimiento responde a una demanda creciente. Se estima que el 34% de la población española presenta algún tipo de problema de salud mental.
La clave, según el psicólogo Rafael San Román, está en una sencilla pero reveladora idea: «Es necesario acudir a terapia cuando nuestros problemas nos generan problemas«. Es decir, cuando las dificultades emocionales interfieren seriamente en el bienestar personal, en el día a día, en las responsabilidades o en las relaciones.
Identificar este momento no siempre es fácil. Muchas personas posponen la decisión por miedo, dudas o desconocimiento. «Verbalizar que necesitamos un psicólogo es un paso que primero damos ante nosotros mismos”, señala San Román en una entrevista con Informativos Telecinco, donde también aborda el estigma social que aún persiste en torno a la terapia. Aunque cada vez más personas hablan abiertamente de sus procesos terapéuticos (incluidos personajes públicos como Penélope Cruz o Rafa Nadal), muchos aún sienten reparo al admitir que necesitan ayuda profesional.
Elegir psicólogo tampoco es tarea sencilla. San Román recomienda pedir referencias a personas de confianza y tomarse el tiempo necesario para encontrar al profesional adecuado. No todos los terapeutas encajan con todos los pacientes, y encontrar el idóneo puede requerir más de un intento. «A veces encontramos a un buen psicólogo a la primera, lo cual es una suerte. Otras veces no, y es normal«, añade.
Una vez iniciado el proceso terapéutico, es importante mantener una actitud abierta y colaborativa. Si con el tiempo sentimos que no hay avances, conviene revisar las expectativas, la metodología utilizada o incluso si es el momento adecuado para continuar. «Seguir por seguir no tiene sentido«, explica el experto.
Las sesiones suelen centrarse en aspectos clave de la vida del paciente: relaciones de pareja, vínculos familiares, autoestima, problemas laborales o consumo de sustancias. Temas aparentemente aislados (como una discusión en el trabajo) pueden revelar patrones emocionales más profundos.
Todo empieza por un paso. Reconocer que los problemas nos están afectando más de lo que podemos manejar solos. Ese, sin duda, es el mejor indicador para saber si ha llegado el momento de pedir ayuda.
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