Este es, según la ciencia, el nombre más bonito de niña

Sobre todo por las emociones que evoca al ser pronunciado

Ana Más

Escoger el nombre de nuestros hijos es a veces una complicada tarea, ya que además de los gustos personales, hay otro tipo de consideraciones como las emocionales, ponerle el nombre de nuestro padre, madre o abuelo o incluso la indecisión a veces juega un papel decisivo, ya que muchas veces dudamos entre varios y escogemos finalmente presionados por familiares o amigos, aunque no nos encante el nombre.

Hace algunos meses nos referíamos a un estudio que realizó la Universidad de Birmingham junto con una marca de productos infantiles de Reino Unido (My First Years), sobre los nombres. De este estudio salió la lista de cincuenta nombres de niño más bonitos y en el número nueve estaba un nombre español: Daniel.

Daniel es un nombre bíblico que remite al personaje del mismo nombre conocido por su sabiduría y fidelidad a Dios en el Antiguo Testamento, es de origen hebreo y significa ‘Dios es mi juez’ o ‘Dios es mi fortaleza’.

Sofía: el nombre más bonito de niña

Mujer abrazando a su bebé // Getty
Mujer abrazando a su bebé // Getty

Pues bien, otra de las conclusiones extraídas de este mismo estudio es que el nombre más bonito del mundo para niña es Sofía. Para hacer esta afirmación se basaron en aspectos como la fonética y la fluidez de los sonidos. Pero, sobre todo, se tuvieron en cuenta las emociones que los nombres evocaban al ser pronunciados.

Sofía es un nombre corto y sencillo de pronunciar. De hecho, tiene traducción en más de quince lenguas y en todas ellas tiene una fonética muy similar. Además, es de origen griego y significa «sabiduría» o «mujer dotada de sabiduría». Dicen que las niñas y mujeres que se llaman así suelen ser sensibles, cariñosas, inteligentes y generosas.

No obstante, el nombre de Sofía tiene una triste historia popular asociada a él. Se hizo popular gracias a Santa Sofía, una mártir romana. Santa Sofía viajó a Roma con sus hijas, Fe, Esperanza y Caridad, para predicar el evangelio cristiano y cuando el emperador intentó hacerles negar su fe y ellas se negaron mandó matar a las tres niñas en presencia de su madre. Después, el emperador Justiniano hizo construir un templo en su honor en la ciudad de Constantinopla, que más tarde Mohamed II convirtió en mezquita en el siglo XV y que se considera una de las joyas del arte bizantino.

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