Contacto piel con piel

Así ayuda el contacto piel con piel a tu bebé a adaptarse al mundo, según la ciencia

Tan solo un abrazo cálido y cercano para tu hijo estabiliza la respiración, temperatura y favorece la lactancia materna

Alba García-Fogeda

El momento en que un bebé se coloca sobre la piel desnuda de su madre, conocido como contacto piel con piel, no es solo un gesto simbólico, sino una práctica avalada científicamente que mejora su transición al mundo.

En un reciente artículo de la red internacional de investigadores Cochrane, que analizó cerca de 70 estudios con más de 7.000 parejas madre-hijo, concluye que aplicar esta técnica durante las primeras horas del postparto eleva significativamente la probabilidad de lograr una lactancia materna exclusiva al mes.

Además, ayuda al recién nacido a mantener una temperatura corporal estable, presenta mejores niveles de glucosa en sangre y una respiración y frecuencia cardíaca más reguladas.

Beneficios clave en el bebé al practicar el piel con piel

Los efectos positivos del contacto piel con piel abarcan múltiples aspectos:

  • Optimiza la termorregulación del bebé, que puede mantenerse dentro de parámetros seguros gracias al contacto directo.
  • Favorece la adaptación cardiorrespiratoria. Frecuencia cardíaca y respiratoria muestran mejoras en los bebés que reciben este tipo de contacto.
  • Potencia la lactancia materna. Entre quienes reciben el contacto piel con piel un 75% consiguen lactancia exclusiva al mes frente al 55% que no lo hicieron.
  • Fomenta el vínculo temprano entre madre e hijo y contribuye a una sensación de calma y seguridad para el recién nacido.
Bebé recién nacido
Bebé recién nacido I Getty

También tiene puntos a favor para la madre

Aunque la evidencia para la madre es algo más limitada, los datos indican que este método puede reducir su ansiedad, favorecer el apego y mejorar la experiencia del postparto. Además, destaca que no genera efectos adversos y puede traer otro tipo de beneficios emocionales.

El contacto piel con piel puede llevarse a cabo tanto en partos vaginales como por cesárea, siempre que el estado materno y el del bebé lo permita. En casos de bebés prematuros también se aplica la denominada ‘posición canguro’. Se trata de una variación adaptada del método que posibilita el contacto térmico y afectivo cuando la incubadora no es la única opción.

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