El cortisol, conocida como la hormona del estrés, se libera cuando el organismo percibe una amenaza, y en situaciones puntuales es indispensable para responder a desafíos.
Pero cuando sus niveles permanecen elevados durante mucho tiempo, pueden aparecer efectos negativos: insomnio, aumento de peso, alteraciones del sistema inmune o cardiovasculares, entre otros riesgos.
Aunque ninguna dieta puede eliminar el cortisol por sí solo, la ciencia coincide en que ciertos alimentos, por sus componentes, pueden moderar su producción y amortiguar su impacto. A continuación, cinco opciones respaldadas por estudios como El efecto de los componentes de la dieta sobre el nivel de cortisol.
Una dieta equilibrada para bajar el estrés
Ensalada de espinacas con salmón I Getty
1. Pescados grasos como el salmón o la caballa
Ricos en ácidos grasos omega-3, estos pescados tienen efectos antiinflamatorios y se han vinculado con una mejor activación suprarrenal frente al estrés.
2. Verdura de hoja verde como las espinacas o las acelgas
Son excelentes fuentes de magnesio, mineral esencial para la relajación neuromuscular. La deficiencia de magnesio se ha relacionado con los altos niveles de cortisol.
3. Frutos rojos y cítricos como los arándanos o las naranjas.
Estas frutas proveen vitamina C y antioxidantes, que intervienen en la desaceleración del estrés y pueden moderar el cortisol producido por situaciones alteradas.
4. Alimentos fermentados como el yogur
Los probióticos favorecen al sistema intestinal y lo hacen más saludable. Hay evidencia creciente de la salud digestiva influye en el eje cerebro-intestino y, por tanto, en la regulación hormonal del estrés.
5. Chocolate negro
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El chocolate negro contiene magnesio. Se asocia a un consumo moderado con niveles más bajos de cortisol y mayor sensación de bienestar.
Consejos prácticos para incorporar estos alimentos correctamente
Dormir bien I Getty
No esperes a que un solo alimento borre el estrés, lo importante es la constancia y el conjunto de alimentación.
Mezcla estas opciones en tus comidas, por ejemplo, ensalada de espinacas con salmón para comer y yogur con arándanos de postre.
Evita o reduce alimentos ricos en azúcar refinada, ultraprocesados y estimulantes que puedan generar picos de cortisol.
Combina esta alimentación con hábitos clave como dormir bien, hacer ejercicio regular o gestionar el estrés emocional.