El estudio que predice tu esperanza de vida y abre la puerta a tratamientos para prolongarla

La célula y el tamaño del núcleo son la parte central de la investigación

Ana Más

La revista Nature Aging publicaba el pasado mes de noviembre un estudio científico sobre la ‘vida celular’ en el que hablaban del término ‘cronómetro de mortalidad’, que a su vez analiza las características de una célula en diferentes etapas, determinando así su ciclo vital y estimar el tiempo que le queda de vida.

Los autores del estudio, los investigadores del Weill Cornell Medicine, explican que todo tiene que ver con el tamaño del núcleo, la pequeña estructura que se encuentra dentro de la célula, algo que podría dar algunas pistas sobre como frenar el envejecimiento celular y que también podría ayudarnos a entender mejor cuánto tiempo le queda a una célula antes de morir y acercarnos más a nuevas formas  de combatir enfermedades relacionadas con la edad, como el cáncer, problemas cardíacos y enfermedades neurodegenerativas.

 «La clave está en entender cómo el envejecimiento es el mayor factor de riesgo para estas enfermedades… En lugar de tratar cada enfermedad por separado, sería más efectivo encontrar un tratamiento o suplemento que retrase el envejecimiento y evite los daños moleculares que las causan», explica la Dra. Jessica Tyler, profesora de patología y medicina de laboratorio en Weill Cornell Medicine.

Más datos del estudio sobre el papel del núcleo de las células

células madre

Y es que el estudio podría suponer un primer paso para mantener las células jóvenes durante más tiempo. El nucléolo tiene un papel muy importante en la producción de proteínas, es una estructura esférica que se encuentra en el núcleo de la célula cuya función principal es producir y ensamblar los ribosomas de la célula. «Además, es el lugar donde se transcriben los genes del ARN ribosómico. Una vez ensamblados, los ribosomas son transportados al citoplasma de la célula, donde actúan como sitios para la síntesis proteica», explican desde genome.gov

El problema es que por su naturaleza repetitiva el ADNr es especialmente vulnerable al daño, lo que lo hace difícil de reparar. Y si no se repara bien, los daños pueden causar desordenes en los cromosomas, acelerando el envejecimiento celular y las enfermedades asociadas.

La investigación muestra que con el paso del tiempo, los núcleos tienden a aumentar su tamaño en levaduras, gusanos y humanos, y estrategias como la restricción calórica parecen reducir este tamaño. Basándose en ello, los científicos plantearon la hipótesis de que mantener el núcleo pequeño podría desacelerar el envejecimiento. Para probarlo, desarrollaron una técnica en levadura que fija el ADNr a la membrana nuclear, conservando la compacidad. Según los resultados, un núcleo de tamaño pequeño ralentiza el envejecimiento en proporción similar a la obtenida mediante restricción calórica, lo que resalta la posible importancia del tamaño del núcleo en este proceso, explican.

Por otra parte, se vio que los núcleos más grandes poseen un ADNr con menor estabilidad, que además es más permeable y permite la entrada de proteínas y otros factores que normalmente quedarían excluidos. Algo que provoca inestabilidad genómica y a su vez puede desencadenar el envejecimiento y la muerte celular

Del mismo estudio se deduce que el crecimiento del núcleo de la célula no es constante durante la vida celular. Durante la mayor parte de su existencia, el núcleo se mantiene pequeño, pero al alcanzar un cierto umbral, su tamaño aumenta rápidamente. Esto supone un punto crítico en la vida celular, después del que las células sobreviven en promedio cinco divisiones más antes de morir.

Ahora los investigadores se proponen saber cómo afecta el tamaño del núcleo al envejecimiento de las células madre humanas, para intentar alargar su vida útil y mejorar su funcionamiento, ya que estas células son las únicas que tienen la capacidad de reemplazar a otras células cuando mueren, pero con el paso del tiempo pierden su capacidad de dividirse.

MÁS SOBRE: