Las aplicaciones de citas están a la orden del día. Podemos afirmar que cada vez más parejas utilizan Internet para conocer a su media naranja.
Esto es algo que no debería suponer ningún problema, pues la compatibilidad con una persona podría darse tanto en una discoteca como a través de la red. El caso es congeniar con alguien con el que puedas compartir la vida.
Sin embargo, un estudio de la Universidad de Breslavia (Polonia) lo ha puesto en duda, afirmando que las personas que se conocen en persona son más felices que las que utilizan aplicaciones.
Según Adam Bode, coautor del citado estudio: «Los participantes que conocieron a sus parejas en línea reportaron una menor satisfacción en la relación y una menor intensidad del amor experimentado, incluyendo intimidad, pasión y compromiso».
Esto es algo que descubrieron al analizar los datos de 6.000 personas procedentes de 50 países diferentes y que demuestra que esta es una realidad que traspasa fronteras.
De acuerdo con las informaciones publicadas por la revista juvenil Dazed, «las parejas que se conocen en persona tienden a ser más homógamas». Lo que se reduce a que cuando conocemos a alguien nos interesa comprobar aquello que tenemos en común, y nos hace ser más o menos compatibles.
Pero por Internet todo es diferente. Podemos ver un catálogo de personas, pero no profundizar en aquello que nos gusta de verdad.
Bode añadía que «los usuarios de aplicaciones de citas buscan cada vez más relaciones casuales. Esta tendencia hacia relaciones a corto plazo y menos comprometidas puede, a su vez, contribuir a una menor calidad de la relación».
Una teoría que está directamente ligada con la promiscuidad y que entiende que los que buscan encontrar el amor en redes sociales lo que realmente quieren es pasar el rato o tienen la idea en mente de seguir conociendo a gente.
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