Cinco cosas que aprendemos demasiado tarde sobre el matrimonio, según una psicóloga de parejas

"Aceptar que no es un cuento de hadas": el primer paso para una relación satisfactoria, explica

Ana Más

Su nombre es Olivia De Recat y es una psicóloga californiana que lleva toda su vida acompañando a parejas en procesos de crisis, lo que la ha hecho una gran conocedora de las mismas. Ahora, en una entrevista para CNBC, ha hablado de varias cosas que generalmente descubrimos demasiado tarde en el matrimonio, y añade que comprenderlas y aceptarlas a tiempo puede marcar la diferencia entre «una relación que sobrevive y una que florece», explica.

La primera a la que se refiere es a la falsa creencia de que el amor basta para mantener unida a una pareja, y es que aunque es esencial no es lo único, no vale por sí solo ni evita las diferencias en la forma de comunicarse, los valores personales o los proyectos de vida.

La experta sostiene que «el compromiso mutuo, el esfuerzo diario y la capacidad de adaptarse juntos a los cambios« es lo que realmente sostiene a la pareja, además de definirla y ser su verdadera fortaleza.

Más ideas equivocadas sobre el matrimonio

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Otra de las ideas equivocadas a las que se refiere De Recat es al hecho de creer que las parejas que se aman no discuten nunca, y añade que el conflicto además de inevitable es necesario, ya que evitar las discusiones puede ser síntoma de que estamos evitando en realidad temas importantes que a su vez podrían generar resentimiento. La clave está en aprender a discutir de forma saludable, no en evitar las discusiones, explica. Y habla de la importancia de evitar los reproches y ataques personales, además de la necesidad de «abrir la puerta a conversaciones profundas que fortalezcan la relación».

También se refiere a la importancia de mantener la individualidad en la relación, es decir, tener nuestros propios intereses y metas personales, algo que, lejos de debilitar el matrimonio, lo fortalece. Por último se refiere a la importancia de mantener la relación, ya que esta no lo hace por sí sola en el tiempo. Algo que lograremos dedicando al otro tiempo de calidad, atención y conexión emocional. Además, explica que pensar que la otra persona cumplirá con todos los roles, amiga, amante, apoyo… es irreal y con el tiempo asfixiante.

Y habla de que aceptar todo esto, aunque resulte incómodo, es también un acto de amor consciente: «Comprender que el matrimonio no es un cuento de hadas está lejos de ser pesimista. Es, en realidad, el primer paso para construir una relación genuina, resiliente y profundamente satisfactoria», matiza.