Natalia Jiménez puede presumir de haber firmado algunas de las canciones más importantes de la música que nos une, tanto en su etapa de solista como a lo largo de los años en los que fue la vocalista de ‘La quinta estación’. Y es que es más que probable que hayas cantado algunas de sus letras, como pueden ser ‘El sol no regresa’, ‘Que te quería’ o ‘Creo en mí’, a todo pulmón. Pero ahora, la artista ha reconocido en ‘El interrogatorio’ que ha sido diagnosticada de TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad), y se ha sincerado sobre todos los síntomas que lleva años arrastrando, que también afectan a su actividad encima de los escenarios.
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En este mismo canal de Youtube se ha querido sincerar sobre los problemas a los que ha tenido que hacer frente desde que iba al colegio, donde el resto de alumnos no se lo hicieron pasar nada bien: «Me tomaban como una niña tonta, con retraso, me trataban mal, hasta los profesores, porque no entendía cosas sencillas. Si no me interesaba no prestaba atención, vivía en mi mundo. (…) Me llamaba la atención algo random, estaba distraída, todo el tiempo, era muy difícil», ha sentenciado.
Extrapola todo lo que le ha tocado vivir a un videojuego, en el que para ella todo se complica mucho más que para el resto de mortales: «Siempre he sentido que vivía en modo difícil, como si estuviera en un videojuego donde todos los demás jugaban en modo fácil«, y además nos hace conocedores de que esta condición médica también acarrea «otro lado, que es agresivo, que es depresivo, hipersensible».
Todo ello le ha llevado a vivir una difícil etapa, que suele ir relacionada con una «autoestima baja, porque durante toda nuestra vida nos están corrigiendo, la gente siempre nos está dando un mal feedback: estás haciendo esto mal, estate quieto, no te muevas, no grites…». Ante ello, sus recomendaciones son claras, «un buen psicólogo» y «compasión por uno mismo».
Como artista profesional e internacional que es, los conciertos son una parte vital de su profesión, y es en los escenarios donde Natalia Jiménez también es consciente de su TDAH. También ha querido hablar de todas las medidas que tiene que poner cada vez que pisa las tablas, ya que en muchas ocasiones no logra acordarse de sus composiciones: «En mi trabajo, cuando doy conciertos, necesito un teleprompter sí o sí. Es frustrante porque no soy capaz de cantar mis canciones, me distraigo cuando camino en el escenario y pierdo dónde estoy en la letra. Desde que tengo uso de razón como cantante, es súper frustrante. Yo tendría que ser capaz de cantar mis canciones y no puedo».
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El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, conocido comúnmente por sus siglas, TDAH, afecta impidiendo que la persona que lo sufre preste atención durante un tiempo continuado, así como provocando brotes de impulsividad o hiperactividad incontrolables, entre otros síntomas que pueden ser muy diferentes entre personas diagnosticadas.
Saber si una persona sufre TDAH o no es una tarea bastante compleja, ya que no vale con hacer una prueba cuyo resultado sea positivo o negativo como ocurre en muchos otros casos, sino que exige una evaluación continua de la persona a la que se está estudiando, en la que entran en juego diferentes especialistas como psicólogos o psiquiatras. Será diagnosticada de TDAH toda aquella persona que cumple con «los criterios diagnósticos del TDAH según el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales)».
Aunque es común pensar que el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) solo se diagnostica en la primera etapa de la vida, la realidad es muy diferente. Como le ha ocurrido a Natalia Jiménez, se puede ser consciente de ello en una etapa más adulta, por ejemplo cuando se traspasa la barrera de los 40 años, aunque la realidad es que es mucho más fácil detectarlo en niños.
La detección tardía puede deberse a que, cuando una persona adulta acuda a consulta con algún tipo de sintomatología relacionada, los expertos lo relacionarán con problemas más cotidianos como pueden ser la depresión o la ansiedad, tanto que desde ‘Mente a mente’ señalan que «solo uno de cada cinco profesionales evalúa síntomas de TDAH en pacientes mayores de 50 años». Además, esta detección tardía también puede estar vinculada a que los síntomas «no hayan provocado en el individuo graves consecuencias. En algunas ocasiones, los síntomas no provocan problemas en el funcionamiento cotidiano durante la infancia porque puede haber factores que actúen en compensación. Las principales compensaciones suelen ser: CI elevado, habilidades compensatorias o una estructura ambiental favorable«.
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