Amaral

La profundidad de Amaral a través de su música: 10 frases con las que marcaron huella

Serán recordadas por el resto de los tiempos

Marcos Aceña

1998 fue un año clave para la música de nuestro país, y es que fue en ese mayo cuando Eva y Juan, conocidos por todos como Amaral, lanzaron su primer disco. Un álbum homónimo con el que se presentaron a la industria musical de manera contundente, y dejando entrever que su trayectoria en el mundo discográfico iba a dar de qué hablar.

Y así ha sido, ya que más de 25 años después siguen al pie del cañón, ofreciéndonos canciones y actuaciones a la altura y derrochando la misma pasíon y el mismo sentimiento que el primer día. El tiempo ha pasado y nos ha dejado discos excepcionales como ‘Estrella de mar’, ‘Gato negro Dragón rojo’, ‘Nocturnal’ o el más reciente, ‘Dolce vita’.

Y una de las cosas que más destacan de todas sus producciones musicales son sus letras, y por eso hoy vamos a rescatar 10 frases de la discografía de Amaral que sobresalen, aunque no porque el resto no lo hagan, ya que cualquiera de sus canciones merecería ser destacada.

 

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Amaral en puño y letra

  • El blues de la generación perdida: «Dices que yo escribo solamente tonterías, el blues de una generación perdida, dices que yo, me dices que yo. Dices que solo soy una veleta a la que el viento se lleva sin querer, dices que solo soy una cometa que se eleva y que un día va a caer, si yo pudiera me llevaría la tristeza de tu cabeza, de tu cabeza».

  • Cara a cara: «Voy a saltar hacia el centro del cielo nocturno, n aguacero de luces eléctricas, todo parece pequeño cuando lo ves desde el punto mas alto, todo parece tan lejano y lo tengo al lado, cara a cara. Cada semana que pasa me lleva más lejos de ti, cada burbuja que estalla es una puerta abierta».

  • Los aviones no pueden volar: «Los aviones no pueden volar, pero ellos no lo saben, no lo saben. Se balancean en la aurora boreal o se deslizan encima de las nubes. No hay nada imposible si tu lo deseas, podemos ser felices aunque no lo creas. Quiero verte bailar, oh chico, chica, quiero verte reír y nunca llorar».

  • Esta madrugada: «Va pasando el tiempo bajo el cielo sin estrellas de Madrid, pero hoy no encuentro la ilusión que me quemaba dentro, nada más llegar a esta ciudad que nos devora. Dime dónde estás que te quiero ver y dejar pasar esta mala hora, esta madrugada que parece nunca acabar».

  • Tarde para cambiar: «Quería cumplir 18, quería vivir para siempre a mi aire y tú lo sabías bien, lo que empieza, acaba. Se nos escapa, era todo tan hermoso, se fue deprisa y no volverá y mientras partía una nave hacia marte tú me prometías nunca olvidarme. Pero tú lo sabías bien, lo que empieza, acaba».

  • Las puertas del infierno: «Los pasos que llevaban a los pies del cadalso ya no serán contados, los hijos que nacieron fuera de vuestro manto ya no serán bastardos nunca más. Pero aun así las puertas del infierno se han abierto y desde allí los vivos se confunden con los muertos».

  • Montaña rusa: «A una montaña rusa subiré para cambiar el vértigo de amar por la filosofía de caer rendida ante un capricho del azar. «La palma de tus manos leeré» me dijo una muchacha del Raval pero hay cosas que no quiero saber, que pase lo que tenga que pasar, que a mí me da lo mismo».

  • Como un martillo en la pared: «¿Quién os ha llamado a ser juez, jurado y verdugo? ¿Quién os dio el poder para saber que es trivial y que es profundo? ¿Cuál es el motivo elevado que mueve vuestros actos? Sé que es imposible que la envidia haya manchado tantas manos, pero podría suceder, todo podría suceder».

  • Halconera: «Soy halconera, presiento que te acercas, tú eres libre y yo soy presa, respiro cada vez que tú regresas, desde corrientes caprichosas y concéntricas donde eres maestra de acrobacias aéreas y yo solo halconera. Si mi espíritu se eleva es gracias a tus alas que me llevan y por eso estoy en deuda».

  • Dolce Vita: «Somos las aves del cielo y los lirios del campo, somos el impulso eléctrico en las tormentas de verano, somos la flor que nace partiendo en dos el asfalto riendo a lágrima viva hasta contagiar el llanto, no me importa a quién ofenda que yo grite cuando canto, que nadie nos lo puede arrebatar».

¿Cuál es tu canción favorita de Amaral?