síndrome de Stendhal

¿Qué es el síndrome de Stendhal? La psicología lo explica

Un trastorno que tiene mucho que ver con el arte

Adriana Diez

¿Alguna vez has sentido que un momento o una obra era tan espectacular que despertaba en ti sensaciones que creías imposibles en esa situación? Si alguna vez te has rendido ante la majestuosidad que a veces ofrece el arte, no te preocupes, los psicólogos ya han puesto nombre a este fenómeno: síndrome de Stendhal.

¿Qué es el síndrome de Stendhal?

Según la clínica de salud mental Zafra, este trastorno también es conocido como síndrome de Florencia o estrés del viajero y se trata de una enfermedad psicosomática que causa emociones intensas y confusión cuando el individuo está expuesto a obras de arte, especialmente cuando estas son consideradas extremadamente bellas.

Lo que se traduce en vivir con demasiada intensidad las distintas manifestaciones creativas, así como los paisajes o la arquitectura. Para la médico psiquiatra Charo Genovés, estos son los síntomas principales que aparecen:

  • Fatiga y cansancio
  • Aumento del ritmo cardíaco
  • Sensación de ahogo y presión en el pecho
  • Sudoración
  • Sensación de desorientación
  • Mareos y visión borrosa
  • Emociones extremas de alegría o tristeza
  • Alteraciones en el pensamiento, como delirios o alucinaciones
  • Ansiedad y sensación de estrés descontrolado
  • Síncopes

Además, aconseja que para prevenir este tipo de aspectos físicos y emocionales es importante seguir medidas de protección que favorezcan el bienestar: «descanso, hidratación, alimentación adecuada y protección solar, para minimizar el impacto del desgaste que supone viajar y la exposición intensa a estímulos artísticos».

Para la psiquiatra Graziella Magherini, el mayor problema está en que «es un trastorno que no llega a la consulta médica, ya que la mayoría de las personas no acuden por este tipo de problemas y si lo hacen es en la ciudad en la que se encuentran mal».

Por otro lado, el doctor Ángel Guerrero, especialista del Servicio de Neurología del Hospital Universitario de Valladolid, explica: «No hay un tratamiento específico; es más una curiosidad que una patología. Se tratan los síntomas de ansiedad y los vegetativos, como los sofocos o la sudoración. En definitiva: reposo, compañía y tratamiento sintomático«.

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