Personas trabajando con ordenadores contraseñas

‘Tech Shame’: el problema que la Generación Z está afrontando en sus trabajos

Algunos aparatos tecnológicos se les resisten

Noelia Bertol

Aquellos que nacieron entre finales de los años 90 y los primeros años del siglo XXI forman parte de la llamada Generación Z. Se trata de un término que engloba a aquellos nativos digitales, personas que nacieron en un entorno dominado por la tecnología digital. No obstante, al incorporarse al mundo laboral, muchos de estos jóvenes enfrentan un fenómeno conocido como ‘Tech Shame‘, lo que se traduce como ‘vergüenza tecnológica’. 

Este término describe la incomodidad o inseguridad que sienten al interactuar con herramientas de oficina tradicionales, tales como impresoras, escáneres o programas de gestión que no forman parte de su experiencia cotidiana. Y es que es una realidad que, si bien esta generación ha nacido con las tecnologías bajo el brazo, los dispositivos que realmente han aprendido a controlar a la perfección son el teléfono móvil y las tablets. La cosa cambia cuando toca hacer frente a otros aparatos menos novedosos. 

El miedo ‘tecnológico’ de la Generación Z en sus empleos

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Un estudio publicado en Tech Target revela que el 48% de los graduados en 2022 se siente insuficientemente preparado en habilidades tecnológicas requeridas en sus empleos. Además, un informe de Business Insider indica que el 20% de estos jóvenes ha experimentado juicios negativos por parte de sus compañeros debido a su desconocimiento en el manejo de ciertos equipos, en contraste con solo el 4% en generaciones anteriores.  

Esta situación pone de manifiesto una brecha entre la familiaridad de la Generación Z con dispositivos intuitivos y su falta de experiencia con tecnologías consideradas básicas en entornos laborales. La disminución del uso doméstico de equipos como impresoras y escáneres ha contribuido a esta desconexión. Para abordar este desafío, es fundamental que las empresas implementen programas de formación adaptados y fomenten un ambiente laboral inclusivo que promueva el aprendizaje continuo, reduciendo así los estigmas asociados al ‘Tech Shame’. 

Acostumbramos a ver esas situaciones en las que las generaciones pasadas sufren complicaciones a la hora de entender las nuevas tecnologías, si bien esto supone el caso contrario: los jóvenes no entendiendo tecnologías que le son más ajenas. Un ambiente ideal sería aquel en el que ambos grupos se enseñan mutuamente a manejar las diferentes tecnologías, aprendiendo todos de todos. ¿No crees?