La intensidad es un rasgo natural de nuestro querido Isidro Montalvo… Aunque en ocasiones esto le juegue una mala pasada. ¡Escucha y sabrás por qué!
En un poema de indudable romanticismo, el humorista va a sentirse más y más en el papel, haciendo dudar a Luis Larrodera y Saray Esteso sobre si se siente protagonista de esa historia.
La poesía titulada «Incendio» dice así: «Tú, escalando en mi espalda con mis dedos; trepando los poros de mi ser y los de mi piel también (…) Tu aliento empañando cada kilómetro de mi cuerpo. Te conoces a la perfección mis atajos… Pero siempre has sido de elegir el camino más largo y hacerme esperar«.
Será el desayuno, la falta de aire o directamente la intensidad de la poesía, pero Isidro casi no lo cuenta. Pese a las toses, estaremos todos de acuerdo en que son unos versos preciosos.