Pese al miedo, nos alegra ver que hay atrevidos y atrevidas que se lo toman con buen sentido del humor, como el caso de Vero, que va a combatir la falta de material con guantes de fregar: «Se lo vamos a atar con cinta aislante para que no toque nada».
A otra oyente le preocupa que el miedo que tenga ella pueda transmitírselos a sus hijos, por ello prefiere «desconectar» de tanta información. Mientras, Verónica no para de enseñar a su pequeño cómo van a ser las salidas a partir de ahora: sin ascensor, sin dar él a la puerta y siempre con una botella de alcohol.
Si algunos adultos tienen dudas, imaginaos los niños. Ana prefiere ahorrarse el paseo porque entiende que «la medida no es segura» y a Eva no le queda otra que echar agua hirviendo si quiere que sus hijos salgan. «Dicen que no salen ni atados«, nos confiesa.