Rocío Ramos-Paul reaparece en Atrévete para hablarnos de un asunto que tantas preguntas y preocupación genera en padres y madres: ¿Hay maneras de frenar los estallidos cuando regañamos a nuestros hijos?
Para darnos la clave de este asunto, nuestra especialista pone un ejemplo de cómo sería el día a día en el que, por desgracia, la ira y los gritos han podido con nosotros. El desayuno se cae, el peque se mancha, ahora decide cambiarse de abrigo, se deja la merienda en casa… Y tú en todos esos imprevistos has preferido guardártelo porque vas con la hora pegada y no quieres perder el tiempo.
¿Qué ocurre? Que de tanto acumular, una vez sueltas ya es imposible ponerle un control. «El estallido viene por no resolver el conflicto poco a poco», explica Rocío Ramos-Paul, quien además nos señala los dos puntos clave en estos casos.
Primero, pide disculpas si la ira se apoderó de ti y dijiste algo que no quisiste. Y como ya hemos mencionado, gestiona estas situaciones de una en una, liberándote poco a poco de esa peligrosa carga. Un buen ejemplo es el de la merienda que nos dice nuestra compañera, pudiendo darle el escarmiento de ir a la escuela sin ella para que aprenda u obligándole a preparársela y guardársela en la mochila cada noche antes de dormirse.
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